Una Carta De Dolor y Anhelo.

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Pieck:
—No pude creerlo, realmente te habías ido, sentí un dolor profundo e inmenso cuando te marchaste.

Debo admitir que pensé que volverías, que me dirías que no podías estar sin mi.
Que me dirías lo mucho que me querías.

Pero para mí suerte no fue así, te marchaste sin dejar rastro de ti.
Lo admito. Te amé muchísimo, pero también te odié cómo nadie pudo haberlo hecho antes por el simple hecho de que por ti sin fuerzas me he quedado.

Y por eso creo que por eso debo disculparme, ¿No es así?
Pues te engañé y no debió ser así.

Ahora que te marchaste de verdad no sé que debo hacer, en lo más profundo de mi corazón te sigo extrañando, esperando que toques la puerta de mi casa, pero se que eso no sucederá, al menos no de nuevo.

Se bien porque te fuiste, se bien mis culpas, se bien lo que te hice, no pude decirte porqué lo hice. No pude darte una explicación, te fuiste porque así yo lo quise, sin una señal, sin nada que decir.
Lamento que nuestro último encuentro haya sido ese.

Lamento que mis últimas palabras fueran esas. Pero no pude hacer más nada. Me cegé de dolor y angustia, y por eso te lastimé con mis acciones y palabras, no sabía que me dolería tanto, pero creo que estoy feliz de saber que en algún lugar te encuentras respirando.

¿Suena ridículo verdad?
Después de todo sigo siendo la misma de ese día. Y no sé si estoy arrepentida, pero se que mis razones para amarte y odiarte a la vez estaban justificadas, después de todo, tu siempre fuiste el enemigo que hábito en Paradis. ¿Pero realmente hice lo correcto ese día?

No puedo evitar pensar en que si hubiera tomado otra decisión ese día las cosas hubieran sido distintas. Quizás estarías a mi lado ahora, pero pensar en eso no me ayuda, la verdad es que me hubiera gustado estar a tu lado, pero mi orgullo e ira son mi peor aliado, lo siento, de verdad lo siento, debí saber que te marcharías, debí saber que no volverías, debí saber...

...

Lo siento, no pude evitar derramar mis lágrimas esa noche. Perdóname. Me dijiste "podemos ser amigas" pero no quería aceptarlo, tu no podías ser mi amiga, y eso me frustró demasiado. Después de todo, siempre seré parte de Marley.
¿No es así?
Y sigue siendo mi deber ser guerrera pues no puedo fallarles en esta importante tarea.

Este dolor es estático, no se va, me pregunto cuando podré volver a tenerte entre mis brazos.
Mientras lloro y escribo esta carta, que nunca leerás, quiero que sepas que mi gran dolor y anhelo estarán presentes tal vez toda mi vida mientras no te tenga en mis brazos, creo que no te olvidaré nunca. Pero no estoy segura si de todas maneras quiero olvidarte.

¿Nuestro amor y nuestro odio serán eternos? ¿Prevalecerá este silencio perpetuo entre ambas? ¿Me dirigirás la palabra algún día? Espero con ansias ese momento.
Apesar de que soy conciente de que no lo harás, y de que si lo haces huiré de las lágrimas otra vez, espero con ansias tu regreso. Porque se que nadie más me hará tan feliz como tú cuando regreses, nadie más que tú.
Y quizás me duela toda la vida, todo el año o incluso miles de primaveras. Pero espero sentir el calor de tu cuerpo cuando me abrazas de nuevo, espero volver a escuchar tu voz cuando me hablas.."Solo deseo eso." Solo eso quiero.
Perdóname, Hange.

~Pieck.

Mis Últimas Palabras. (Pieck & Hange) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora