Mis Últimas Palabras. (Pieck & Hange) [EDITANDO]

Un nuevo hogar.

Narra Pieck:

-Pasaron al rededor de dos meses de haber visitado la tumba de mi mejor amigo Porco. Estaba teniendo un día normal y corriente como de costumbre estaba en el trabajo investigando en mi laboratorio de todo un poco, anatomía humana, funcionamiento nervioso, sistema central y periférico humano...todo eso era interesante.
Comprender como funciona nuestro organismo y que propósito tiene es increíble, al menos eso me parecía a mi.

-Me quedé hasta las 9 pm en el trabajo y regresé a casa, Hange no vino conmigo hoy a trabajar, me dijo que tenía unos asuntos pendientes está mañana, realmente la ví un poco apagada cuando hablamos, se sentía...distante. Pero no pude preguntarle bien que sucedía ya que iba a llegar tarde al trabajo, así que estaba ansiosa por verla en estos momentos.

-Cuando llegué a casa abrí la puerta y lo primero que hice fue decir: "Ya estoy en casa", pero no obtuve respuesta alguna.
Subí a la habitación a cambiarme, me pareció extraño no ver a Hange en la sala, así que pensé que quizás estaría en la habitación.
Subí y abrí la puerta de la habitación pero ella tampoco estaba.
No me preocupe demasiado, llegué a pensar que quizas salió a comprar algo.

-Decidí cambiarme y usar ropa más cómoda para el momento, cuando termine de cambiarme bajé a la sala para entrar a la cocina y hacer la cena.
Me encontraba algo preocupada por Hange, no había vuelto y ya era algo de noche, normalmente nunca sale después de las 9 pm a menos que esté en el trabajo, ¿Pero quizás hoy fue la excepción? -Pense para mis adentros-

-Dejé de sobre pensar por un momento lo que sucedía con ella y prepare la cena. Era tan solo un simple sandwich, pero tenía de relleno todo lo que a Hange y a mí nos gustaba. Hice uno también para ella por si regresaba a casa con hambre. Me serví y me senté en la mesa a comer mientras esperaba su regreso.

-Mientras comía escuché rechinar unas llaves en la puerta principal, me imagine que era Hange que había regresado a casa, abrió la puerta y lo primero que hice fue levantarme de la mesa a recibirla.

-Cuando abrió la puerta me percaté de una triste mirada en su cara, totalmente perdida y adolorida mirando hacia el suelo buscando consuelo dentro sus pensamientos.

Pieck: ¡Hange! Por fin llegaste, ¿Cómo estás? ¿Porqué la cara tan larga? -Pregunte con preocupación-

-Ella dirigió su rostro del sueño hacia mi con un pequeño gesto de sorpresa.

Hange: Oh, Pieck...regresaste del trabajo...
Bueno verás...es una larga historia, ¿Te parece bien si primero comemos algo?

Pieck: Oh, claro, no hay problema, ya hice la cena, tu comida está en un plato en la cocina.

Hange: Ya veo...muchas gracias querida.

Pieck: No tienes porque agradecerme, sabes bien lo mucho que te amo, así que tómalo como un acto de demostración de cariño de mi parte.

Hange: Tan considerada, como siempre...jeje.

-Me reí un poco del comentario de Hange, aún así no pude evitar sentirme extrañamente preocupada por el estado en que llegó a casa, ni si quiera sabía a dónde ella había ido antes o que había sucedido esta mañana .

-Hange se dirigió a la cocina a buscar su comida y yo me senté de nuevo en la mesa para seguir comiendo.
Poco después Hange regresó con su plato y sentó a mi lado.