Cuando los Mikaelson estuvieron en el castillo de los de Martel allí el noble Elijah Mikaelson se enamoró de la bella de Amalia De Lutor prima de los de Martel.
Pero cuando ella se queda embarazada y le cuenta a Elijah el no le cree y junto con su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todos me están mirando, se que quieren una respuesta que no estoy dispuesta a darles.
Miro a Amaya y al momento en el que mis ojos hacen contacto con el suyo se que lo sabe todo.
Veo como sus ojos se llenan de lágrimas y me siento fatal, ella se pone de pie y yo hago lo mismo como todos en la mesa.
-Amaya- intento hablar pero ella utiliza su velocidad para desaparecer de allí, suelto un suspiro.
-Qué pasó?- pregunta Klaus.
-Ella lo supo- es lo único que digo, miro al techo para evitar que las lágrimas caigan por mi mejilla.
-Pero como?- pregunta Rebekah.
-Debió ver los recuerdos de alguno de vosotros- digo mirándole- es muy buena en eso- suelto un suspiro antes de ponerme de pie, cojo mi bolso y comienzo a caminar hacia la puerta.
-A donde vas?- la voz de Elijah hace que me detenga.
-Venir a Nueva Orleans fue un error- es lo único que digo antes de salir de allí.
Amaya
Después de salir de esa casa fui directamente al pantano y me senté cerca del agua.
No pude contener más las lágrimas que caían por mis mejillas, aun no podía creer que Elijah Milaelson era mi padre.
Dios desde que tuve usó de razón mi madre me explico todo, porque ella pensaba que tenía derecho a saber la verdad y aunque nunca me dijo su nombre no me importo odie tanto a ese hombre que abandonó a mi madre y a mi por el hecho que que no estuvo ahí mamá murió en mi parto, las brujas intentaron matarme muchas veces pero mi padre jamás estuvo ahí para protegerme, no estuvo en mis primero pasos, cuando di mis primeros pasos, mi cumpleaños, mi primer novio y mi primer corazón roto e nunca estuvo ahí.
Pero Dios me mando a alguien que si estuvo ahí que me cuido, me protegió y me consoló cundo lo necesite.
Limpio las lágrimas de mis mejillas y sacó mi móvil de mi bolsillo trasero y marcó al número que me se de memoria.
-Hola princesa- su voz alegre es lo primero que me recibe.
-Papi- mi voz sale triste y en un susurro.
-Pasó algo? estas bien? Siempre donde esta y en un minuto estoy ahí- su voz suena preocupada y ahora me arrepiento de haberlo preocupado.
-Estoy en el pantano- no necesito decir más.
-Estaré ahí en un minuto no te nuevas de allí cariño- dice antes de colgar, me quedo mirando a la Luna mientras balanceo mis pies y pienso que hacer ahora.
Holaaaaa nuevo capítulo un poco corto pero espero que os guste.
