Capitulo 2

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Manejaba su auto mientras escuchaba las noticias, en ese momento estaba hablando el padre de Ki-do diciendo que se desharía de la clínica de su padre y otra cosa a la que no le prestó atención.

Ese hombre era un completo idiota, su hijo estaba haciendo atendido en esa clínica y aún así quería deshacerse de ella. Se notaba a kilómetros que le importaba más su trabajo que su propio hijo.

Se detuvo de golpe cuando casi atropella a Ki-do al llegar al estacionamiento de la clínica, parecía que él no se había dado cuenta de que era ella debido a que los vidrios de su auto eran oscuros. Ki-do comenzó a desabrocharse su abrigo y lo abrió dejando ver su cuerpo desnudo, él sonrío como estúpido, se notaba feliz por haber hecho eso.

La mujer cubrió su boca con su mano derecha evitando reírse —o al menos evitar que su risa se escuchara por fuera del auto— apagó las noticias y su vehículo y se bajó.

Cuando Ki-do se dio cuenta de que era ella pareció querer cubrirse apenado —debido a que se removió un poco en su lugar— pero terminó parándose de forma más recta para que se notara más su buen físico.

—Tienes un ego muy grande —Ki-do sonrió y asintió con la cabeza levemente mientras le guiñaba su ojo izquierdo— ¿eres team sangre?

—Es que... hace frío... por eso está... —su sonrisa se borró, y entonces una maravillosa idea paso por la mente de la mujer.

—No te preocupes, ser team sangre es cool —se dirigió a su auto— ven, sube.

—¿Qué?

—Sube.

—Bueno.

Ki-do camino rápidamente hasta el auto y se montó en el lado del copiloto, la mujer rápidamente encendió el auto y lo puso en reversa.

—No me siento intimidado ni nada, pero déjame ponerme ropa interior.

—¿La tienes contigo?

—No, no veas esto como mi ropa interior, es lo único que evita que me vuelva loco —respondió agitado y con emoción haciendo a la mujer esbozar una sonrisa— tienes un auto muy bonito ¿Qué marca es?

—Mercedes Maybach Exelero.

—Wooow.

—Parece que no sabes mucho de autos ¿verdad?

—No mucho en realidad. Eres rica ¿verdad?

—Básicamente.

—¿Y cuántos autos tienes?

—Muchos, puede que te los muestre.

—¿En serio? ¿hoy?

—No, no, hoy no, será otro día.

—Comprendo...

—¿Te gustaría asomarte por la ventanilla?

—¿Cuál venta...? —Ki-do sonrío cuando vio la dicha ventanilla abrirse, se quitó el cinturón y se paró sobre el asiento para asomarse por ahí, extender los brazos y gritar felizmente— ¡más rápido! ¡vamos! —y como si fuera una orden, aceleró más su auto.

Vio un auto blanco a lo lejos y ya lo conocía bien, era el auto que manejaba Joo-ri, de repente se detuvo y Gang-tae y Joo-ri salieron del auto. Gang-tae corrió a su lado del carril y extendió los brazos.

—¡Es el chico apuesto! ¿vino por mí? ¡cielos!

Pero no sé detuvo.

—Hay... hay alguien ahí —Ki-do volvió a sentarse— oye, frena, detente —pero lo único que hizo fue acelerar más— no, frena, alto, para —gritó aterrado pero ella se detuvo a tan solo un par de centímetros de Gang-tae. Ki-do respiraba agitado por el susto y aparentemente se había orinado— es incontinencia urinaria, es común en casos de manía...

𝗖𝗥𝗢𝗦𝗦𝗥𝗢𝗔𝗗𝗦 ||It's Okay To Not Be Okay||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora