"Seguí despierto, esta noche no pude dormir. Claramente las necesito más que nunca, él ya no existe para mí, ya no lo quiero cerca. La historia a llegado a su fin, si esto termina, estoy seguro de que no volveré a hacer él mismo de antes y tampoco será lo mismo de antes "
Desde la oscuridad
M.I
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La noche en ese pequeño instante de su vida reflejaba la más sombría situación, ante sus ojos solo se podían ver luces rojas y azules, y ante sus manos un poco de sangre. Estaba ahí sin moverse , lo único que su pequeño cuerpo podía percibir era una manta la cual envolvía su espalda, solo sentía el frío de aquella cera de la banqueta en la que estaba sentada.
Lo último que recordaba era aquella silueta que estaba delante de ella, su voz dulce pero agitada y preocupada- Voy camino para allá- miró al dar la vuelta con el volante para dirigirse a la siguiente avenida, mientras seguía hablando por teléfono. -¿Cómo está?- preguntó la voz del teléfono. -Podría decir que bien, lo único que me ha preguntado es por qué nos vamos, y no vio nada más, espero que....- la voz se desvaneció
Entre la ventana observó unas luces demasiado cerca, sintió como todo dio vueltas de repente, los sonidos de crujir de láminas del propio auto, el sonido de cristales rompiéndose, así como un dolor punzante y como todo esto terminaba en que todo lo veía de cabeza, lo último que pudo ver fue una larga mata de cabellos castallos, de la silueta que ahora desprendía un poco de sangre y que en su frente se empezaba a sentir que un líquido recorría su cara, se toco su frente, así su pequeña mano blanca se manchaba de un rojo fuerte , es decir sangre. Ella poco a poco cerraba sus ojos dejando que su cuerpo y mente se concentrarán en un limbo de un profundo sueño, sus oídos aún percibían una voz femenina que decía en tono de histeria: -¡Chae-rin, que demonios paso!, ¡Chae-rin, responde por el amor de Dios!, ¡Chae-rin!...-fue lo último que sus oídos escucharon, antes de despertar y terminar en una banqueta sentada sin entender porque la policía y paramédicos circulaban alrededor de la calle y rodeaban un auto que se encontraba completamente destrozado y un paramédico que llevaba algo cubierto en una camilla.
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Eran 6:30 de la mañana, un viernes cualquiera, ella se movía de un lado a otro, mientras su frente se llenaba de un poco de sudor, pero algo paso entre sueños , terminando por despertar:
-¡Puta madre!- gritó mientras despertaba y se levantaba de la cama de golpe, se observó y notó que todo se encontraba perfectamente normal, que seguía siendo la misma , que se encontraba en su habitación , en su departamento, que seguía siendo la misma Olivia- ¿Qué demonios fue eso, se supone que ya lo tuve que controlar? ¡mierda porqué!- se toco el pecho , para poder controlar su respiración, mientras cerraba sus ojos. Caminó al baño , abrió la regadera mientras esperaba que saliera el agua caliente y se miró al espejo , notado aquello que le recordaban un pasado con matices oscuros, así como aquellos que la llevaron a ser la mujer que hoy en día era. Claramente la carrera de escritora no era nada fácil, escribir y crear mundos era sencillo, el problema es que no quería involucrar sus mundos o el suyo. La musa perfecta nunca llegaba para cuando se necesitaba. Se metió a la regadera, se quedó un largo rato ahí dentro, mientras la sensación del agua caliente recorría su espalda en está se reflejaba un tatuaje de una girasol, representando a la única persona que era importante que ya no estaba con ella, lo que mantenía viva esa memoria era lo que siempre le repetía: -"Querida Olivia, deja de llorar- mientras con sus delicados dedos limpiaban esa lágrimas de la pequeña castaña- El mundo siempre será una dualidad entre la cordura de un momento y la locura de otro, esto dependerá de ti misma".
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MR. INSANITY
FanfictionLos Ángeles ,California. Su dualidad lo había llevado a no notar la diferencia entre la poca cordura que aún permanecía en él y la supuesta mierda de locura que lleva a donde fuera. En especial a su ángel, su reflejo. Ese momento en su vida, había h...