-¡Mierda!- gritó mientras con sus manos lanzaba un montón de ropa-¿Dónde carajos estás?, ¡mierda!- dijo de nuevo colocando ambas manos en su cintura y a su vez su mano recorría su rostro con preocupación-¿Dónde mierda estás hijo de perra?- comenzó a caminar por toda la habitación de un extremo a otro de aquella habitación que se encontraba casi en una total oscuridad, la cual de una pequeña abertura entre las cortinas permitía la entrada de luz-¡Eso es!, ¡mierda!- corrió directo al armario de aquella habitación, movió ropa, sacó todos los zapatos y sujeto entre sus manos una caja de zapatos, se dirigió a la cama en donde vacío el contenido de aquella caja y de entre esas cosas, encontró aquello que buscaba, un mapa del mundo- Así que sigues aquí- tiró de un golpe todas las cosas que vacío, extendió aquel mapa.
Ese mapa significaba más que aprender aquella geografía barata que enseñaban en cada escuela, era el mapa de los lugares que una vez visitó , estaban marcados de color rojo y los que quería volver a visitar de negro- A ver donde demonios puedes estar Christian-dijo mientras que con su índice señalaba y uno a uno los descartaba, paso por Bogotá, Chile, Marruecos, acercándose poco a poco al continente americano y llegó al último Estados Unidos, en el cual se marcaba específicamente la ciudad de Los Ángeles - No , ¿será que te escondiste ahí, maldita rata?- corrió, recordando una vez los estúpidos sueños.
MITO conocía cada centímetro, cada pensamiento, cada hueso y su alma de Christian, sabía que encontrarlo no sería difícil, su creador, su Dios, su Mr. Insanity, estaba en alguna parte, sabía que lo encontraría porque claramente estaba consciente de que la mierda de locura siempre seguiría a Christian a donde fuera.
°°°
-Me podrías servir otro café por favor Olivia- dijo mientras su mano se dirija en su nariz a la altura de sus ojos, y su pie no dejaba de moverse de arriba a abajo con desesperación- Por favor y no es que no te quiera molestar pero lo necesito con urgencia por favor- la castaña asintió, pero mientras caminaba, noto que el pelinegro no dejaba de frotar sus manos en los muslos.
-¿Oye qué le pasa?- dijo Dabin mientras dirija su mirada al pelinegro, que desde de lejos parecía que cada vez estaba más desesperado, Olivia regreso la mirada a la mesa de Christian- Supongo que algo le ocurre, porque ya a tomado cinco tazas de café, y ni siquiera pidió el pastel- la campana sonó indicando que la taza de café estaba lista y se dirigió a la mesa de el pelinegro- Gracias Olivia- ella se alejó y tomo el café en un abrir y cerrar de ojos, dejó la taza, junto con dinero y salió del café.
Claramente seguir tomando café a medio día hasta que la ansiedad dejara de corroer su cuerpo, los cigarros se habían terminado porque no había otra forma de sobrevivir la mañana, porque claramente el día había llegado las pastillas se habían terminado. Al salir de Devil's, sabía que su mundo se había jodido, coloco sus audífonos con aquella canción que escribió para la persona que lo entendía mejor que nadie y se dirigió a su miedo más profundo, a su propio suicidio, a su condena, a un bar por alcohol. Llegó al bar más cercano , pero antes de entrar sostuvo unos segundos antes de entrar al mismo, pero su ansiedad era más fuerte que su propia cordura.
Entro al bar, pero fue como si el pasado lo hubiera encontrado de nuevo, recordó aquella primera noche donde se emborracho hasta morir, aquella noche donde se sintió completamente solo. Donde su locura y cordura se encontraban en una dualidad que nadie entendía, sus nervios, su ansiedad estaban hasta el tope, pidió un tragó de whisky para empezar, pero no pudo evitar llorar, el whisky traía viejos recuerdo, que entre vasos de alcohol terminaban por abrir grandes heridas. Recordaba entre tragos que lo último que puedo decir es que esta bien que no se preocupara, que él la seguía amando al igual que lo hizo una vez aquel hombre que para ella y para él era tan importante. Se paso la mayoría del tiempo dentro del bar, tomando todo lo que le podían servir, whisky, tequila, ron, vodka, entre otras, además de fumar y fumar, sus manos poco a poco temblaban fuera de lo normal, pero entre tanto alcohol tomo la peor decisión al buscar de entre sus bolsas los cigarros, encontró aquellas amigas incondicionales que nunca lo dejaban.- Oh amigas mías yo sabía que nunca me dejarían- dijo mientras miraba al frasco. Coloco un par de pastillas y un trago de whisky.
Continuó por horas bebiendo, su teléfono vibraba entre llamadas y mensajes de conocidos, que decían, ¿dónde estas?, ¿estás bien?, ¿quieres que vaya?, entre más mensajes que alentaban aquel dolor que no podía sosegar, apagó el celular y su mirada se volvió a concentrar en su bebida, trascurrieron las horas y poco a poco el bar se iba vaciando , hasta el punto de que él solo quedaba en la barra-Disculpe caballero, pero necesito que se retire y perdóneme pero ya vamos a cerrar- dijo aquel hombre que se encontraba detrás de la barra mirando al pelinegro a los ojos- Ok caballero, ¿cuánto debo?- dijo mientras buscaba su cartera- 500 dólares - Christian sacó un billete de mil, lo dejó en la barra, se puso de pie o bueno eso fue lo que intentó , se retiró - Conserve el cambio- y salió del bar.
Su cuerpo poco a poco se tambaleaba, pero su cordura estaba completamente perdida, por lo cual la mierda de locura lo controlaba llevándolo a no medir su consumo de alcohol, recorrió las calles encontrando una pequeña tienda entro y compro otra caja de cigarros. Camino entre calles oscuras, llegando a un mirador, donde se sentó y comenzó a llorar, sin control. La razón, la noche anterior su madre había muerto, el problema no era la muerte, sino la forma, su madre siempre fue fuerte ante aquella perdida, durante esos 4 años se veía completamente bien, pero eso creyó hasta la noche anterior. Salió de fiesta con unos amigos , dejó a su madre mientras está le preguntó - Oye Christian, ¿estás bien?- a lo que él respondió- Claro mamá- ella lo miró - ¿Seguro?- el dijo mientra la abraza - Si , te juro que sí, - le dio un beso y le dijo- Te amo, nos vemos.
Pasaron las horas, y regresó a casa- Ya llegué- dejando en la mesa las llaves, su madre no respondió, subió encontrando la puerta del baño abierta, entró normal pero se encontró con su la bañera llena de agua teñida de rojo- Mamá, no, no, ¡responde mierda!- tomo el pulso de su mamá, llamo a emergencia. Tardó unos minutos, sacaron el cuerpo de su madre mientras el médico le decía que era tardé, su madre se había suicidado. Lo único que dejó fue esa carta
-¡Insanity!, ¡Insanity!, alguien sacudió sus hombros, su vista era nula, lo único que vio fue una mujer de cabellos castaños- Por el amor de Dios, ¿qué demonios te sucedió?- se intentó poner de pie con ayuda de la mujer, mientras otro rostro algo familiar la ayudaba a sostenerlo- Subelo al auto y vamos a mi departamento, además esta lloviendo- así Christian solo pudo sentir como su cuerpo se iba relajando sin percibir que esa noche no era la misma que hace ocho años, aquella carta que su madre le dejó estaba en su mente palabra por palabra. La frase que más lo marcó fue " Cuida la dualidad entre la cordura y la locura". Te amo. Mientras esa canción que le escribió seguía en su mente.
Cuiden su cordura, sobre todo tengan cuidado con la locura . VAL
Créditos
Nerves - DPR IAN
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MR. INSANITY
أدب الهواةLos Ángeles ,California. Su dualidad lo había llevado a no notar la diferencia entre la poca cordura que aún permanecía en él y la supuesta mierda de locura que lleva a donde fuera. En especial a su ángel, su reflejo. Ese momento en su vida, había h...