Yo sigo aquí, en el Valhalla,
Tú solo estás cuando te hago falta,
Yo solo soy, un pobre troyano,
Y tú quién quemó el caballo.
No quiero rejas con forma de manos,
Más que un Dios soy un enano,
Que venga el sol, que ya está tardando,
Ya no hay calor en este verano.
Ni el poder del Mjolnir, ni la furia de Zeus,
Cada vez que estoy aquí, vuelvo a caer del cielo.
Sí soy muy joven, para la droga y el alcohol.
Me echaré una novia, sería el mismo sabor.
Ni las cosas que me cuentas, ni las cosas que te llevas,
Cada vez que por mi espalda, vuelva a llegar la niebla,
Sí escucharas cada vez, que me pides una guerra,
Sabrías que para mí, perder sería la apuesta.
Me enteré, del plan de tu llegada,
Te encontré, tumbada en la parada,
Pregunté, la razón de la arrogancia,
Y encontré, más excusas baratas.
Tú te crees, que estás mejor callada,
Cuando es, el principio de las palabras,
Intenté, abrir aún más los ojos,
Desperté, y nada vuelve a ser nada.
Ni el poder del Mjolnir, ni la furia de Zeus,
Cada vez que estoy aquí, vuelvo a caer del cielo.
Sí soy muy joven, para la droga y el alcohol.
Me echaré una novia, sería el mismo sabor.
Ni las cosas que me cuentas, ni las cosas que te llevas,
Cada vez que por mi espalda, vuelva a llegar la niebla,
Sí escucharas cada vez, que me pides una guerra,
Sabrías que para mí, perder sería la apuesta.
