Saudade (Lülu)

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Tengo una canción que es como un latido, donde vivo errante con mis versos y vinilos.
Y una primavera de colores vivos, que arden en deseos de pintar cielos sombríos.
Tengo un corazón rojo como el vino, que riega las noches en que me siento más vivo.
Tengo algún haz, tengo algún martillo.
Tengo una ciudad y un sueño perdido, tengo algunos bares donde no soy bienvenido.
Y una ventolera de tanto suspiro, tengo una canción pero me faltan los amigos.

Y en algún cajón lejos del olvido, junto a mis poemas y este verso alejandrino.
Guardo una ilusión de ver tu pueblerino, fiel en mis adentros donde nunca ha envejecido.
Tengo algo de ron y hace mucho frío.
Tengo una quimera que no acaba de llegar, se entretiene con el canto de los grillos.
Y una carretera en la que no se ve el final, porque sigo maleando mi camino.
Tengo una canción... ¿Dónde están los míos?

Un acento bello como un crino flota en la memoria del ayer.
Vuelve a recordarme lo que he sido, lo mismo que soy y seré.
Canto y casi siempre desafino en las melodías del querer.
Fijo que no importa lo vivido, lloro porque nunca va a volver.

Y vuelvo a mi trinchera, donde el amor me espera en vela, cada amanecer.
No hay nada más ardiente cuando la tengo enfrente y siente ganas de morder.
Siempre que bajo a su fuente se pone tan caliente que me quema la piel.
Miente en duras y pendientes que me subo a su boca y empiezo a correr.
Luego pienso en mi canción...

Y perdona, corazón, si me ves disperso, es que llevo una canción dentro de los sesos.
Cada musa del amor se cagó en mis huesos, me he dejado el corazón dentro de los vuestros.
Por más que pase el tiempo, compañera, por más que la distancia no me deje de llevar.
Por más que como cantos de sirena, me llame sin cesar, la luz de la ciudad.
Añoro vuestros ríos y hasta fuentes, vuestros regatos pequeños como te han cantado ya.
Por más que ya no entienda de banderas.
Por más que los demás no entiendan de humedad.
Por más que ahora mi vida sea ella.
Mi musa, mi deidad, la nube de mi hogar.

Canto para comprender porqué coño canto lo que pienso, lo que escribo.
Y aunque no canto muy bien, canto fuerte por si se me olvidan los motivos:
Yo canto por los que no tienen voz, por el grito que se ahoga en llanto.
Yo canto al amor y al desamor, a la vida cuando duele tanto, tanto por sentirme vivo.

El Brillo de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora