Capítulo 3: Clases con él

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Aquel joven estaba con sus maletas, saliendo de su casa, con la mochila del colegio colgando en su espalda mientras que en las otras dos manos estaban sus maletas, con las cuales se iba a mudar en su nuevo hogar, ese hogar era los departamentos de la Academia, pues sus padres aceptaron al final del día, para que él estuviera con sus amigos, si es que tenía, ya que la gente de riqueza no era lo suyo, así que no tenía idea. No le agradaba la idea de que no iba a estar con su hermano, pues este mismo era un nivel superior a él, por lo que no podía hacer nada, aunque quisiera.

Subiendo las maletas en el carro de su padre, en la cajuela, mejor dicho, donde estaban acomodadas cada una, no eran demasiadas por lo que entraban y cabían perfectamente dentro de la cajuela, el joven Wei estaba viendo atentamente las ventanas que iban demostrando el paisaje, desde cómo llegar a la escuela, estaba algo retirada la escuela desde la casa, por eso mismo sus padres decidieron que se quedara en los departamentos, ya que ahí no había necesidad de correr para llegar a la escuela.

Aquel joven estaba parado justo enfrente de la escuela mirando atentamente cada una de las figuras que iban pasando a lado de él, los departamentos de uno estaban enfrente del colegio por eso podías llegar temprano a las clases.

Su mochila colgada en su espalda, con las dos maletas que tenía en sus manos que estaban pintadas en un tono rojizo por la fuerza que debía de tener para cargar las pesadas maletas, el esfuerzo que estaba ejerciendo era demasiado por eso mismo las tenía de ese color, luego, aparte, le estaban doliendo sus brazos por lo pesadas que estaban.

Los colores de la escuela eran pálidos y buenos para la vista, no muy resaltantes, sus colores principales eran el blanco y el azul como tonos principales, colores suaves y cálidos, ¡hasta la hierba era pálida!

Sus ojos se centraron en la figura blanca que parecía estar buscando a alguien o algo con los ojos, estaba ahí parado como un loco que estaba buscando la atención de alguien, buscando algo específicamente entre todos los que estaban ahí. Insoportable si yo lo tuviera que decir, raro.

¿Me está viendo?

Esas fueron las únicas palabras que pasaron por su mente, al ver que esos ojos dorados se estaban posando en él, como si fuera él al que tanto esperaba, pero el joven Wuxian no sabía si realmente él era al que estaba viendo, sería raro e inesperado de su parte, no han establecido una relación tan cercana o buena como para que lo esté buscando con los ojos parado en medio de la entrada a las clases. Entonces el joven Wuxian saco lo mejor de sí, se estaba pintando una sonrisa en los labios, para después tener sus ojos traviesos mirando esa figura que de algún modo estaba sorprendida, aunque no se diferenciaba de sus demás expresiones que ha conocido hasta ahora, solamente con el simple hecho de ver sus cejas más levantadas de lo normal se podía dar esa impresión e idea.

De un momento a otro, un muchacho que tenía un uniforme parecido a él, paso de su lado izquierdo, chocando los hombros con él, haciendo tambalear el cuerpo de Wuxian, iba a decir algo, pero esa figura se siguió de largo, sin importarle que es lo que hubiera dicho la persona a la que empujó, sus ojos acertadamente fue a esa misma figura, se dio cuenta de que ya no lo estaba mirando a él, si no, esos ojos estaban centrados en aquel sonriente que se dirigía justo al joven Lan, parece que ese chico que paso no es muy diferente a él.

Así que era ese chico al que veías.

Borró de inmediato esa sonrisa, para no quedar como un bobo enfrente de todas estas personas que parecían tan centradas en sus asuntos que no dijeron nada, ni un solo gesto en sus caras, bueno, sí había, era por las cosas que estaban haciendo y no por la situación tan vergonzosa que había pasado Wei Wuxian.

Sonó fuertemente el timbre que indicaba que cada uno de los alumnos debía de ir a sus salones sin tardar dos minutos más, cada uno de los jóvenes corrió dentro de la escuela, era extraño que se permitiera correr solamente en ocasiones como estas, donde los estudiantes que tienen su salón hasta la parte de arriba se han de sentir bendecidos con poder correr hasta su salón, porque caminando, ni siendo arrastrados por un perro llegarían en dos minutos a su salón.

Estaba caminando, viendo cada uno de los salones que se encontraban en el pasillo de abajo, con un papel en sus manos, viendo que salón tenía el mismo número que estaba en su papel, ¿Cómo es que no sabe su salón si alguien le había dado un recorrido? Bueno, como es tan olvidadizo, se le olvidó cómo llegar a su salón, lo único que no se le borró de la cabeza fue cuando se peleó con esa figura tan seria. Entonces sus ojos miraron enfrente, estaba junto con la figura de blanco que caminaba tranquilamente, abrazado del otro joven que chocó contra su hombro... Tan nefastos, han de ser la típica pareja presumida de la escuela, más por el Lan, estaba seguro en sus pensamientos de que así era.

¿Qué está hablando con ese hombre? ¿Qué tiene de especial?

Sus pasos se fueron deteniendo cuando los de enfrente también lo hicieron, entonces, cuando esos dos dieron un paso enfrente para estar en el salón de clases, él también se metió, ahí estaba el profesor con sus lentes, con uno de sus dedos se arregló lo aflojados que estaban sus lentes, para después escuchar decir:

— Niño nuevo, si quieres puedes presentarte ante la clase, si no, no hay problema.

— Me voy a presentar.

El maestro se quedó en silencio esperando que el joven entrara, así como había esperado, entró, entonces se pudo enfrente de todos, detrás de él, estaba un televisor suplantando el papel del pizarrón que estaba hasta la otra pared del fondo.

Al estar parado enfrente se sintió ignorado por uno de los jóvenes que se encontraba sentado en una de las esquinas.

— Mi nombre es Wei Wuxian, espero hacer muchos amigos aquí.

Los ojos del joven vieron cada uno de los que estaban ahí, las chicas y algunos chicos lo estaban viendo con ojos embobados, como si fuera un dios griego, él sonrió amablemente enfrente de esos jóvenes. Pero sus ojos estaban más que centrados en ese de blanco que estaba leyendo un libro que ni era de la escuela, sin prestar atención a ninguna de sus palabras.

Al preguntar al profesor donde se debía de sentar, este le contestó que a lado de Lan Wangji, el joven que le caía mal a Wei Wuxian, pero sin hacer ninguna queja camino hasta el asiento, se sentaban de a uno, pero al decir a lado de Lan Wangji se refería a estar una fila y en el mismo asiento que quedaba, pero en la fila siguiente, se sentó ahí, el silencio entre esos dos era más que obvio.

Mi Odioso AmanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora