Chapter 6.
Había muchas cosas en su vida que desearía hubieran sido diferente, haber hecho más o no haber hecho, justo en ese espacio. Se dijo a sí mismo que los arrepentimientos solo eran cargas, que no podía darles cabida en su barco, un barco que navegaba en aguas oscuras.
Pero justo ahora, el jamás haber salido de su habitación era una de esas cosas. Si no fuera por todo lo que ya ha vivido, juraría que la vida la tiene en su contra, armandole todo un drama, con personajes, orquesta y teatro. De todas las personas en el mundo que se podría haber encontrado esta noche, tenía que ser al sujeto que lo amenazó públicamente por un simple malentendido.
Y claro, no podía ser solo eso, no, Leo no tenía tal suerte. Como cereza del pastel también estaba Ronaldo, su Ronaldo, luciendo tan perfecto como siempre, rodeado de gente, en su hábitat natural. Tal vez a Lionel no le hubiese importado, ambos eran adultos y sabían cómo mantener las apariencias, pero ahora la situación entre ellos dos era complicada y dolorosa, caminaban por la cuerda floja.
Intento dar la vuelta y volver sobre sus pies, si no lo habían visto, podía pasar desapercibido. Le enviaría un mensaje a Guillermo y se disculparia, le diría que se sintió enfermo o algo así.
Sí, eso sonaba bien.
Si tan solo no se hubiera quedado de pie en el mismo lugar tanto tiempo. Unos ojos marrones le interceptaron, casi sonrió cuando vio las arrugas formarse alrededor de aquellos ojos, memo lo había visto y ahora le estaba sonriendo con todos los dientes.
Ya no podía escapar.
Tomando una fuerte respiración, obligó a sus piernas a moverse hasta donde estaba el morocho, sus pasos fueron lentos y se sentían pesados. No tenía miedo, tampoco estaba nervioso, estaba ansioso. Leo no era bueno lidiando con situaciones sociales, y definitivamente no sabía cómo empezar una plática con un boxeador que parece odiarlo y su antiguo...¿Amante?¿Novio?¿Pareja? Algo, que conocía hasta lo más profundo de su alma.
Como si alguien pudiera escuchar sus pensamientos, se sonrojo. Culparia a la agitación después.
Cuando por fin llegó con el grupito, fue rodeado por unos brazos cálidos, en un abrazo cortés, de saludo, que se demoró unos segundos más de lo debido, pero que Leo disfruto, Guillermo olía a perfume y a limpio, también olía a acondicionador. Sonrió una vez que se apartaron.
─Hey, por poco pensé que no ibas a bajar. ─El más alto le comento.
─Lo siento, es que tuve un par de cosas que hacer. ─Se excuso, era cierto, había llamado a sus hijos y había pasado media hora tratando de decidir que ropa ponerse, en lo cual, era un desastre, para eventos importantes siempre tenía que tener un asesor de imagen, pues la moda no era su fuerte.
─No pasa nada, me alegro que hayas venido. ─ Sus ojos estuvieron todo el tiempo en los suyos, había algo en el brillo particular en sus pupilas, algo dulce y cálido, como el mismo Guillermo.
El contacto visual se rompió cuando Memo se alejó de el, para ir a la par del pelirrojo, haciendo una ademán con su mano que tenía la intención de empezar con una introducción a Leo y al otro mexicano. Pero Leo lo ignoro.
En cambio llevo su vista hasta el portugués que seguía sentando a unos metros de el, su corazón se aceleró cuando encontró que el ya estaba mirándolo, seguramente desde que entró y seguramente había visto la interacción que acaba de tener con Memo, Leo trago saliva y se acercó hasta el. Sería muy extraño que Messi no saludara a Cristiano Ronaldo si estaban en el mismo lugar, aunque sabía que no había ningún paparazzi que pudiera inventarse una historia, había gente observándolos, así que lo mejor era actuar como siempre.
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I've got my eye on you.
RomansaLos rumores sobre la cercanía de Messi y Memo Ochoa llegan hasta los oídos menos felices, reviviendo viejos sentimientos y sacudiendo los muros que fueron construidos antes. ¿Que tan ciertos son estos rumores? ¿Un nuevo comienzo o Recordar los buen...