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-¿pero que pasa?–pregunto mitsuki hacia su hijo mientras que masaru se llevaba a kirishima junto con otras tres sirvientas–querida, ¿estas bien?–pregunto hacia t/n mientras esta se limpiaba las lágrimas–

-que pena con usted, mitsuki–hablo avergonzada, mientras katsuki trataba de calmarla–le devo una disculpa, y ni con eso le hago para que me perdonen–más lagrimas salian de sus ojos, siendo abrazada por katsuki–

-¿por que dices eso?–pregunto la rubia con intensión de acercarse, pero katsuki la detuvo–

-tengo que llevármela un momento,  necesita aire–mitsuki asintió comprendiendo, viendo salir a su hijo, abrazando a la morena, sin despegarse ni un minuto de el–

-¿que habrá pasado?–su pregunta quedó al aire, pues no había quien se la respondiera–y todavía kirishima se desmaya–resoplo, saliendo de la sala para ir hacia la enfermería y ver al pelirrojo, el le explicaría todo–

-t/n–llamo pero este se negaba a mirar, katsuki la había llevado al jardín, seguía lleno de flores–necesito que te calmes–la morena levanto la cara, con los ojos inchados, los labios y un rastro de lágrimas en sus mejillas–

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-t/n–llamo pero este se negaba a mirar, katsuki la había llevado al jardín, seguía lleno de flores–necesito que te calmes–la morena levanto la cara, con los ojos inchados, los labios y un rastro de lágrimas en sus mejillas–

¿Calmarme katsuki? ¿CALMARME?–hablo con voz ronca–un chico de mi reino intento violar a una chica de tu reino–dijo, sintiendo como las lágrimas volvían a aparecer–no es un tema que se tiene que tomar a la ligera

-lo se, pero ahora necesito que tu estés bien–pidió, agarrando sus manos–se que no es un tema pequeño y que mañana tendremos una secion larga sobre esto, pero necesito que tu estés tranquila

-es que no lo puedo creer–admitió, dejándose abrazar por katsuki, lo necesitaba–venir desde muy lejos solo para hacer semejante cosa

-lo se, y que se que tal vez no es como querías que tu reino se hiciera conocer aquí, pero ya nada se puede cambiar–su voz la relajaba y sus manos le brindaban caricias, que hacían que se calmara–

-katsuki–llamo, haciendo que el rubio hacercara su rostro al de la chica–¿como puedo disculparme?–pregunto y katsuki nego con la cabeza–

-no fue tu culpa, no lo sabias, no tienes por qué disculparte–sus palabras la confortaron, plantando un beso en sus labios–¿mejor?

-si–asintió con la mirada en los labios del rubio, haciendo que este volviera a unir sus labios–

Un beso inocente


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