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pov's mina

—¿Me compras un batido? —Chaeyoung señaló la cafetería rosa frente a nosotras, donde las parejas universitarias entran a tener una cita— Por favor... —jaló de mi manga para hacerme caminar.

Siempre odié esos lugares llenos de personas cursis, odio la comida de allí, y toda su decoración irritante. Pero si ella quiere entrar... entraré. Treinta minutos después, estando una vez en la mesa con nuestro pedido, tenía a la menor bebiendo felizmente con sus ojos grandes brillando por... ¿Mi? 

Tomé del café en silencio, sin saber qué decir. Hace dos semanas habíamos vuelto, provocando el rechazo de muchas personas, no sólo fue Nayeon, sino que TaeHyung, Seulgi, Seokjin, e incluso mi madre se empeñan en ignorarme hasta que termine con Chaeyoung.

Es absurdo, se involucran demasiado en lo nuestro, como Nayeon, esa estúpida... me hizo sentir muy culpable. Ahora mismo no puedo evitar pensar en ella, en lo dicho, en la manera en que mi cabeza repite las escenas de semanas atrás. Me pregunto, ¿Qué hago aquí? 

—Amor... —la mano de Chaeyoung tomo la mía sobre la mesa, haciendo que levanté la vista a sus ojos— ¿Qué pasa? ¿No te gusta el café? Te dije que no lo pidieras, el café es amargo y deprimente. Pide otra cosa, así terminamos aquí y vamos a comprar algunas cosas...

—No. —la detuve, pero no sé por qué, podía sentir mi pecho oprimirse con cada palabra.

—¿Qué? No me interrumpas, Mina. Sabes que no me gusta.

'Mina, cómprame esto...' 'Mina, haz esto.' 'Mina, te engañe, te insulte... pero no importa, sigues siendo mía.' 'Eres estúpida, Sehun siempre fue mejor...'

Sus palabras pasan por mi mente, y odio cada una. ¿Sehun la hizo feliz? ¿Por qué volvió? Supongo que es divertido hacerme sufrir, ella fue quien me prometió amor, ¿Por qué ahora son palabras vacías? La gente decía que no confiara, lo hice y me enamoré perdidamente. Es perfecta, solo que... no para mí.

Solté su mano, dejé el dinero en la mesa y me levanté sin decir nada.

—Hey, ¿Qué sucede contigo? ¿Ya te quieres ir? Uhg, pareces una rarita inadaptada...

—¡Sólo cierra la boca, Chaeyoung! —no pude aguantar más, y lo solté sin pensarlo. El silencio inundó la cafetería, y todas las miradas curiosas pararon en mí.

Con la presión, tome mi mochila y corrí hacia la entrada, saliendo del lugar.

Estoy muy confundida.

ange blancDonde viven las historias. Descúbrelo ahora