XODOS

[ XX ]

Estaba recostada sobre algo suave, podía sentir el calor de los rayos del sol en mi cuerpo pero algo persiste en sacarme de mi sueño

- SAMAY, SAMAY - esperen acaso, ¿Es Martha?

Obligue a mi cuerpo a moverse de tal manera que pude abrir los ojos, y Martha estaba a mi lado, su expresión era de pura preocupación

- dios mío estás bien, pensé que tendría que llamar una ambulancia

-¿Pero.... - trate de preguntar que pasaba pero estaba afónica y mi garganta estaba seca, me dolía como el infierno

- no te apresures - Martha me pasó un vaso con agua, ayudandome a sentarme para beberlo

Cuando sentí mi garganta refrescada continue

-¿Que paso?

- eso quería preguntarte, cuando no fuiste a trabajar te llamé cientos de veces, preocupada por ti vine y no tenía respuesta, use la llave de repuesto espero no te moleste - negué suavemente para calmarla - cuando entre estabas en tu cama, al principio pensé que solo te había quedado dormida pero al no despertar me preocupe

- espera osea que - mi mente empezó a hacer cuentas y al ver la pantalla de mi celular lo comprobé - me desmaye durante un día completo

Martha asintió, tomo mi mano y me dijo con preocupación

- esto no es normal samay, me preocupa tu estado de salud, deberías ir al médico, ¿Que hubieras hecho si fuera más grave?- tenía razón, a parte de ella no tenía amigos o familia que notarán mi ausencia en estos casos

- está bien, el fin de semana iré al médico

- nada de eso - me dijo enojada - llevas mal toda la semana y ahora se que es por ti enfermedad

Una punzada de culpa me invadió

- irás al médico hoy mismo

- eso no es necesario Marta - pero ella no me escucho y se puso de pie

- te haré una sopa para que recuperes tus fuerzas, toma un baño eso te ayudará - y simplemente salió del cuarto dejándome más confundida que antes

¿Dijo que estaba en la cama?

Mi último recuerdo fue cuando perdí la conciencia en la sala, pero no era raro era probable que estuviera en un estado de volver en si y desmayarme y como instinto vine a mi habitación

Bien, tenía que ducharme apestaba

Deje que el agua de la tina corriera mientras me quitaba la ropa, recogí mi cabello y entre el el agua tibia lentamente, pero cuando está choco con la piel de mi abdomen un escozor me obligó a levantarme

- ¿Pero que mierda? - una herida atravesaba gran parte de mi abdomen de lado a lado, se veía muy resiente aún irritada por el contacto con el agua, pero no había una explicación

¿Cómo sucedió esto?

Pase mis dedos por toda la herida y al llegar al final otra punzada en la cabeza me obligó a sostenerme de la pared

Y estaba asustada, no entendía que pasaba conmigo, que le había pasado a mi cuerpo, alguien quería hacerme daño

DESCONOCIDO

Ese familiar olor metálico invadía mi nariz provocando que respirar profundamente

- te contagiaras de alguna maldita enfermedad - ahí estaba ella con su mala actitud que la hacía tan tierna

- no lo entiendes, esto representa la vida misma

- que ya abandono el cuerpo, quitándole todo sentido - respondió de manera cortante

- siempre tan fría, tu le quitas la diversión a todo

No me respondió, por lo que me acerque a ella me puse de rodillas y dejé besos por toda su pierna

- ¿Hasta cuándo la tendrás así?

- mmmm no lo se, todo depende de ella - mi respuesta no le gusto pues arrugó la nariz

- más vale sea pronto, me costó mucho traerla

- ujum - dije mientras con cuidado quitaba sus tacones color escarlata - sus preferidos- y depositaba besos desde sus dedos mientras iba subiendo hasta llegar a sus muslos, pero me detuve cuando sentí un arma apoyada contra mi cabeza 

- sabes que eres la única que puede hacer este trabajo, hay que quebrarla con cuidado, es frágil hasta cierto punto

- es de todo menos frágil

- querida, estás tan equivocada todos tiene su punto de quiebre, pero samay, ella misma es su propia destrucción

- esto me encanta de ti

Hacer el amor en cuarto lleno de sangre, era tan tétrico, tan excitante, por eso es que aún no la mataba ella era la única que podía soportar esto, pues estaba igual de rota

Las personas que sobreviven a sus puntos de quiebres pierden todo sentido y solo se vuelven monstruos, pero en este infierno ella se volvió mi paraíso