Capitulo 7

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Umi seguía esperando por mi mano, y yo seguía pensando en que hacer

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Umi seguía esperando por mi mano, y yo seguía pensando en que hacer.

Si revivo el pasado, quizás el futuro mejore. Y si no lo revivo, quizás no mejore, pero el futuro es incierto, nunca se sabe con certeza que sucederá.

Así que ¿Me arriesgo?

-No puedo esperar tanto tiempo, Den. -La mire a esos ojos verdes que parecían estar llenos de luz, y después tome su mano.

Al instante los parpados me pesaron, y pude sentir como mi cuerpo caía al suelo.

-Abre los ojos, Den. -Escuche la voz de Umi en susurros.

Con dificultad hice lo pedido.

Y al abrir los ojos me encontraba de pie, en el centro de una casa sin personas.

-Den. Tienes que ser fuerte. -Después de ese susurro comenzaron a aparecer cuerpos en el suelo, mi madre, mi abuela, mi padre, un hombre que no conozco y que supongo era el amigo de mi padre, y yo, estaban todos en el suelo. La escena me causo una opresión en el pecho.

-Se fuerte, se fuerte, se fuerte. -Me repetía constantemente, tal y como si fuera un mantra.

-Cierra los ojos. -Hice lo pedido por Umi, y segundos después volví a escuchar su voz. -Abre los ojos, y prepárate para lo que vas a ver.

Abrí mis ojos, y la escena me destruyo.

Mi yo de 5 años estaba sentada en suelo, con los ojos cerrados pero aun así lagrimas caían de sus ojos, tenia las manos en sus piernas, con las palmas abiertas hacía arriba. Pero de estas salía un tipo de ondas moradas a punto de ser negras, estas crecían con rapidez cada vez más, y se movían hacía todos lados con la misma rapidez.

La mayoría traspasaban las paredes, y unas pocas se dirigían al supuesto amigo de mi papá. Mire atentamente a las ondas, que cada que se acercaban más al hombre se iban tornando de un color negro.

Y todo pareció pasar en cámara lenta después de que las ondas llegaran al hombre. A penas tocaron al hombre, este despertó, y solo podía ver y oír como las ondas lo despedazaban, sus gritos se me hacían... Como música.

En mi mente comenzaron a pasar las imágenes del hombre riéndose de los golpes que mi padre le daba a mi mamá, y mi furia aumentaba.

"¿¡Que haces!?"

"¡ESTAS LOCA!"

"¡PARA!... por favor."

Los gritos del hombre cesaron, mientras recordaba las pesadillas que tenía cada   día. Caminaba hacía el cuerpo descuartizado cuando escuche una multitud de gritos, femeninos y masculinos. Corrí hacía afuera, y vi como las ondas descuartizaban a todas esas personas, mi dolor comenzó en cuanto vi a niños y niñas siendo descuartizados, lagrimas corrieron de mis ojos a mis mejillas para acabar por mi barbilla y caer al suelo.

Entre La Luna (Dabi × T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora