Frustrado
El omega salió de la larga ducha que tomó mientras pensaba en aquel incidente del día anterior, el aroma a canela volvió a sus recuerdos y sintió olerlo de nuevo, ese aroma tan delicioso, el más delicioso que JungKook pudo haber olido antes en su vida.
Al salir del baño se dirigió hasta su armario, comenzando a buscar qué ponerse, arregló su cabello, dejándolo aún un poco mojado, se colocó sus zapatos, tomó su mochila y salió de casa casi corriendo, dirigiéndose a su universidad, caminando por no querer tomar el autobús, con una manzana entre sus manos, la cual era una especie de desayuno para el pelinegro.
Llegó a la universidad después de unos treinta minutos de caminar, encontrándose el gran tumulto de gente en la entrada del lugar.
- ¡JungKook! Pensaba que no llegarías- dijo SeokJin al divisar a su menor llegar.
- Es temprano, ¿Cómo se supone que no iba a llegar?- dijo el omega pelinegro cargando desde la mañana aquel mal genio que lo caracterizaba.
- Era una pequeña broma- Dijo el mayor sintiéndose incómodo ante la actitud del pelinegro.
JungKook suspiro- Lo siento, no sé qué me sucede- soltó con sinceridad, abrazando levemente a SeokJin por los hombros.
- Yo sé por qué- dijo HoSeok y tomó del brazo a su amigo- Lo lamento, pero tengo que hablar de algo con JungKook, así que sí me disculpan...- jaló a JungKook y se lo llevó hacia el patio trasero.
- ¿Qué sucede?- preguntó el pelinegro algo confundido por el comportamiento tan extraño del castaño.
- Es por tu celo- dijo de repente HoSeok.
- ¿Cómo?- preguntó aún más confundido JungKook
- Que tu mal genio seguramente es porque tu celo está cerca- dijo HoSeok con obviedad.
El pelinegro lo miró serio- HoSeok, es imposible tener otro celo cuando ya lo tuve hace poco- dijo JungKook con notable ansiedad y nerviosismo, intentaba no pensar en aquello pero el omega castaño insistía con recordarlo en todo momento.
- La enfermera dijo que si es posible, ¿Puedes aceptarlo?- dijo Jung queriendo convencer a su terco amigo.
- HoSeok, ya te dije que eso no va a...- fue interrumpido por el castaño.
- Que si va a pasar, tú no puedes saber más que la enfermera Yang- dijo estresado HoSeok.
- Nunca antes había pasado algo así, ¿Acaso a alguien más que conozcas ha pasado por algo así?- el pelinegro observó expectante al castaño, esperando una respuesta que sabía no llegaría- ¿Ves? No es posible- rodó los ojos al terminar de hablar y se cruzó de brazos.
- Puede que no conozca a nadie, pero si que es posible- insistió HoSeok sin querer dar a torcer el brazo.
- No lo es- remarcó de nuevo JungKook, rogando por acabar con aquella conversación.
- Que si lo es- volvió a decir, buscando ahora algo más para decir- Por algo estudias medicina, ¿No has leído acaso sobre esa posibilidad? ¿Dónde tienes los libros?- habló en un tono de voz bajo, intentando no alterarse y alzar la voz.
- No he llegado a esa parte del libro aún- habló un poco confuso, intentado recordar sí alguna vez llegó a leer sobre aquella posibilidad.
- Te buscaré el libro, la página y el párrafo, sólo para que entres en razón de una vez.
JungKook miró mal a HoSeok, comenzando a molestarse por la insistencia de su amigo ante aquel tema tan molesto y poco llamativo.
- ¿Podrías dejar de intentar comerme la cabeza?- soltó de la nada el pelinegro, haciendo que el castaño lo mirara indignado.
- Yo no hago esas cosas- JungKook volteó los ojos ante las palabras del castaño, él sólo quería ver sus clases y escapar de nuevo hacia su refugio; su casa.
Justo en ese momento la campana sonó, el pelinegro agradeció internamente y tomó a su amigo del brazo llevándolo casi a rastras hasta el aula donde verían la primera clase del día.
- Ya deja de hablar y comienza a estudiar- hablaba mientras caminaba por los pasillos buscando el salón, llegando en pocos minutos hasta el.
- Deberías de seguir tu propio consejo.
•••
El pelinegro tiró las llaves en la isla de la cocina, dejó su mochila sobre uno de los sillones del salón y subió las escaleras directo a su habitación, al entrar en ella miró fijamente su cama y caminando despacio se acercó y se tiró a penas estuvo lo suficientemente cerca.
Un gruñido de frustración salió de su boca, no lograba sacarse de la cabeza las palabras de la enfermera Yang o de HoSeok, se sentía agobiado y cansado de toda la situación, sumándole el hecho de que dentro de poco tendría un examen para el cual ni siquiera había comenzado a estudiar, su vida parecía ser una acumulación de cosas.
- Quiero morirme...- susurró el omega, hablándole al vacío, fijó su vista en la ventana, observando el cielo a través de ella, el sol comenzaría a esconderse dentro de poco y él sentía haber perdido todo su día en la universidad, ni siquiera llegó a prestarle atención a la clase de la señora Park o de la doctora Im.
Su celular comenzó a sonar desde el bolsillo trasero del pantalón, rompiendo el cómodo silencio que había en el lugar, JungKook suspiró frustrado, preguntándose quién y por qué lo llamaba, sacó el teléfono y al ver la foto que invadía su pantalla volteó los ojos, contestó y lo llevó a su oreja, respondiendo sin gana alguna.
- ¿Si?- soltó bajo, avisando que había contestado a la persona del otro lado de la línea.
- ¡JungKook!- gritó un castaño emocionado, atendiendo al pelinegro, el cual no pudo evitar apartar un poco el teléfono de su oído.
- Me dejarás sin tímpanos, HoSeok- dijo mientras se acomodada sobre su cómodo colchón, quedando sentado sobre este.
- Después te lo arreglo- el pelinegro rodó los ojos.
- ¿Por qué llamas?- preguntó a la vez que bostezaba, el sueño estaba apoderándose de su cuerpo, sólo quería volver a echarse sobre la cama, poner las cobijas sobre su cuerpo y dormir hasta el siguiente día sin ser molestado.
- Estoy frente a la puerta de tu casa, baja y abre- JungKook abrió los ojos de par en par, eso no podía ser verdad, su tranquilidad ahora era amenazada con ser invadida.
- Me niego.
Y colgó la llamada.
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Diferente |NamKook|
FanfictionLa llegada de un nuevo profesor a la universidad cambió su vida por completo, y eso no era nada bueno. Las reglas eran muy estrictas, pero ellos habían roto algunas cuantas después de un pequeño y grave error. Un celo traicionero y una pareja predes...