El Harem de Balto, La Serie.

Especial de Navidad.

Y ahora nos encontramos en plenas fechas decembrinas. La época mas alegre del año, finalmente ha llegado.

Después de un año bastante largo, finalmente llego la hora de tener a la mano una lista lo suficientemente extensa de cosas para hacer, pues la fecha era clara, y ahora había mucho porque pensar en estos días.

Y la familia de Balto, desde luego que no iba a ser la excepción, es decir, en estas fechas, Balto y sus enamoradas tenían planeadas bastantes cosas para hacer, y estaban decididos a dar todo de si para que fuera perfecto. Seria durante estas fechas, que tanto por fuera como por dentro, la casa en donde vivían Balto y sus chicas, se pudo ver a Balto junto a todas las demás, decorando con mucha prisa su hogar, llenándolo de luces navideñas, poniendo muñecos de nieve, colgando uno que otro adorno por fuera, y terminando con poner un par de hermosas coronas navideñas. en reja de afuera de la casa. Por dentro no era diferente, sino que afuera de la casa, también se podía ver a todos, contribuyendo para que en el interior de la casa se viera reflejado el espíritu navideño, mismo que ellos sentían crecer cada vez mas en su interior ante la simple emoción que les producía el echo de saber lo que harían durante esas fechas.

Y manos a la obra, cada quien fue corriendo a hacer lo suyo con prisa por que todo fuera de lo mas perfecto y estuviera bien echo para la noche de Navidad, después de todo, eso era lo que mas buscaban ellos, conseguir que la esta Navidad fuera de lo mas memorable para todos, y eso porque al final de cuentas, no era una fecha cualquiera, sino la primera que Balto iba a pasar en compañía de todas sus esposas. Así que era claro, que esta Navidad, Balto la iba a sentir completamente fuera de lo común, dado que esto si que seria algo completamente distinto a cualquier navidad que alguna vez tuvo ya sea siendo un adolescente, o un niño, en este caso, Balto ahora estaba casado, pero de una forma completamente distinta al resto, y que sin dudas la hacia única para cualquiera, aunque eso no significaba que ellos fueran a ser los únicos, es decir, sus padres adoptivos, Boris y Stella, junto a Muk y Luk, su hermana Nitti, sus otros amigos, Nikki, Kaltag y Star, y sus otros dos nuevos amigos, Bolt y Mittens también iban a estar ahí.

Pero no solo ellos, por supuesto que no iban a ser únicamente los familiares o conocidos de Balto, sino también conocidos de la chicas claramente, ya sean personas que estuvieran relacionadas con ellos, algún uno que otro familiar, muchos amigos por parte de algunas, y quizás algún invitado adicional, como lo seria por ejemplo Zira, quien por lo visto, aun seguía siendo alguien a quien todos los demás, aun no aceptaban ni toleraban lo suficiente como para permitir que ella estuviera todos los días, cerca de ellos, y aun así, al menos por esa ocasión, Balto tuvo que convencer a las chicas de hacer una excepción, para que ella se les pudiera unir, al menos en esa fecha, donde todos debían estar juntos, sin importar el tipo de relación que tuvieran, pese a que Balto jamas tuvo la intención real de dejar fuera a Zira de todo, lo tenia que hacer casi la mayor parte del tiempo, en vista de que ninguna de ellas podía aun confiar lo suficiente en ella, como para dejar que se moviera entre todos ellos, por el simple miedo a que pudiera hacerles daño, es decir, incluso les daba miedo a todas las demás que ella estuviera cerca de su amado Balto, pues en serio habían quedado con tales impresiones que a pesar de ser ya pasadas, eso no quitaría, ni tampoco haría que dejaran de pensar costa que ella en cualquier momento le podría hacer daño a su esposo, algo que por supuesto, las chicas buscaban evitar a toda costa, no importando lo que tuvieran que hacer para ello, ellas sabían que era el momento de actuar y hacer algo al respecto para parar a Zira, en caso de que quisiera hacerles daño, ya sea a ellas, o a Balto. Fuera necesario o no, pero lo iban a hacer, sobra decir que cuando Balto se los dijo, a todas por igual no les gusto nada la idea, pero también entendían que Zira aun estaba en un constante proceso de reformación, y si lo que querían, era que ella cambiara para mejor, entonces era claro que esto seria mas que necesario, aun cuando no estuviesen para nada de acuerdo con el simple echo de tener en su compañía a alguien como ella. Pero por Balto, estaban dispuestas a soportarlo, aunque claro, manteniendo los limites.