♧Capítulo #10♧[segunda parte]

54 16 1
                                    

Capítulo#10[segunda parte]: una copita y unas verdades

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo#10[segunda parte]: una copita y unas verdades.

Katerine

En ese instante, mirándo al horizonte junto al hermoso y cristalino océano me sentía en paz y tranquilidad, sin duda alguna esta vista era una de mis favoritas, un gran medio de relajación.

—Katerine venga — mi padre me llama con la pelota en la mano. Le gusta mucho jugar voleibol conmigo, dice que él será mi entrenador hasta que sea una campiona olímpica.

Me sacudí la arena que llevaba encima al levantarme.

—Vamos allá — le dije al acercarme con una espléndida sonrisa, amo pasar tiempo con mi familia, sobre todo con él.

Tomó un alargado caracol y trazó una línea en la arena, simulando ser una ned y se posicionó para hacer su saque perfecto, es un buen jugador, para mí el mejor que haya visto.

Ya estábamos dos a uno cuando surgió un pesado aire que nos consumió en solo partícular de arenas a nuestro alrededor. Cerré mis ojos para evitar el contacto con ella, y luego cuando el tiempo se tranquilizó y solo pude escuchar las olas del mar los abrí. Las aguas que hace un momento estaban tan serenas y limpias ahora se encontraban bañandas con un color carmesí que pude distinguir que era sangre, y junto con ellas el cuerpo de mi padre.

—¡Papá! — corrí desesperada a abrazarle cuando lo ví tirado en el suelo con sus ojos bien abiertos, pero sin vida alguna.

Lloré en su pecho e hice una laguna de lágrimas y dolor sin poder hacer nada más, sus latidos ya no se sentían. No podía creer lo que estaba viendo, ya me comenzaba a faltar el aire...

pero...

¿Qué pasa aquí?

Mi padre...

—Esto no es real — susurré con los ojos aún lleno de lágrimas, pero aclarando mi mente —¡Mi padre siempre estuvo muerto!

Me afligió como nunca haber dicho esas palabras, pero era la realidad. Nunca pude conocerlo, nunca supe lo que es el amor paterno realmente.

Por lo que esto es solo un sueño.

Un sueño del que necesito despertar ya.

Me puse en pie, decidida a ponerle fin a esta pesadilla, pero tan solo bastó con alzar la vista para ver una vez más la frialdad de esos ojos amarillos cerca de mí, y esta vez no era solo uno, sino muchos más que no me detuve a contar. Mirándome como si fuera la perfecta presa para ellos.

DAY13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora