[Completa]
Los habitantes de Melfis nunca le han temido a la oscuridad:
[sino a lo que habita en ella]
•¿Cómo llegaron?
•¿Por qué están aquí? ¿Qué quieren?
•¿Qué son?
Todos se preguntan lo mismo, pero nadie tiene las respuestas.
¿o sí?
Hermosa porta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo#10 [primera parte]: unos tragos no hacen daño.
Katerine
Meta del día: disfrutar deuna fiesta como una chica común y corriente.
¿Eso podría aplicar para mí?
He salido con chicos antes, pero el estar con Aiden me ponía nerviosa, y no nerviosa de sentir las típicas mariposas en el estómago, más bien como un nervio que me hacía pensar que aunque nos estuviera acompañando en todos nuestros locos problemas seguía siendo un desconocido para mí.
No sabía de dónde venía, ¿quién era?, ¿por qué nos ayudaba tan deliberadamente?, ¿por qué nunca hablaba sobre él?, ¿y por qué siempre escondía sus ojos?
Por eso decidí -sin contar con él- llamar a Izan para que nos acompañara. Claro que por un precio no tan justo.
El trato es: él me acompaña a la fiesta junto con Aiden, pero yo le tengo que entregar mi consola y comprarle unos tontos comics que tanto quiere.
Nuestra amistad siempre se ha caracterizado por cumplir nuestras promesas, por lo que ahí nos encontrábamos, luego de que Aiden y yo nos tomáramos nuestra segunda botella entre tantos adolescentes hormonales que fumaban, bebían, y se besaban a nuestro alrededor. Izan como siempre se mantuvo siendo el santo del grupo que prefería mantenerse alejado del alcohol.
—Iré al baño, ya vuelvo — Aiden gritó por la música tan alta y se perdió entre la multitud.
—Y ahora que estás más... — Izan se pensó la palabra — borracha, ¿me vas a decir por qué me llamaste para que los acompañara?
¿No creerán que le iba a decir que en verdad le había llamado porque me estaba haciendo la idea de que Aiden me había invitado a algo así como una cita y tenía los pelos de punta? Eso solo lo hubiera puesto en uno de sus trances de hermano mayor y ni mil películas de Marvel me iba a salvar de la charla, así que le dije que era para divertirnos y despejar la mente. En fin, no soy buena para las excusas.
—¿Acaso no puedo pasar un rato con mi mejor amigo en una fiesta?
—No cuando la fiesta llena de alcohol y humo es de la cotilla que estuvo con Will.
—¿Olvidas quién terminó con todo? Ya sabes que eso no me interesa y no uses mi borrachera para sacarme las cosas.
—No te preocupes, solo te pregunto porque quiero escucharlo de tu boca. Kat, veo como Aiden te mira, y tú también. Por eso me llamaste, tienes miedo de estar a solas con él.
Bingo
—¿Sabes qué? No puedo oírte — grité tratando de esquivar la conversación —.Necesito aire, diviértete.
Me alejé del castaño lo más rápido que mis piernas y mi sentido de la orientación me permitieron. Ya sabía como iba a terminar esta conversación y quería evitarlo, más ahora que no tenía ni pinche idea de lo que decía.
