𝐄𝐥 𝐑𝐨𝐛𝐨

08

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El hechicero y el oso estaban completamente solos.

- ¿Que más a ordenar gafotas? -

Juan ignoro el apodo que tanto odiaba, ahora mismo tenía otras cosas en mente y una de esas era en la cagada que fue dejar que spreen se llevará esa pócima.

Su plan inicial era que el oso le diera la poción a alguien y ese alguien se enamoraría de Spreen y conociendo a spreen hiria a rogarle que le ayudará.

Le ayudaría y en cuando el "problema" este solucionado el oso confiaría en él y en un momento dado le daría la poción.

Si ese era su plan y digo era porque gracias al accidente que ocasionó betra su plan se fue a la mierda.

Y ahora debía solucionar esto

Pero ¡Oh sorpresa! No sabía cómo hacerlo, al parecer hacer la "cura" no era tan sencillo como él pensó.

Ahora solo estaba ahí para ver el efecto que tenía la pócima, le daba curiosidad.

- un pollo cortado -

Respondió con simpleza, fingiendo cómo siempre hacia cuando estaba frente al oso.

Spreen tomo la orden y fue a la cocina a hacer el pedido, mientras Juan se fue a sentar en una de las mesas más cercanas a la cocina.

- he notado que estás más feliz de lo usual ... ¿Se puede saber porque? -

Bien, entablar una conversación "tranquila" sería una buena manera de comenzar su investigación.

- solo estoy feliz  ¿Acaso no puedo? -

- no no no, pero es algo raro que lo estés -

Spreen se lo pensó ¿Debería contarle al hechicero sobre su enamoramiento?

- pues, estoy enamorado -

Juan se hizo el sorprendido,  notando rápidamente uno de los efectos, el cambio en el comportamiento del híbrido.

Spreen siempre era alguien frío y serio, pero estando bajo los efectos de la pócima se volvía más amigable, social he incluso sumiso.

Spreen se acercó a Juan y le dejo la comida, aunque el hechicero le pidió que se quedara hablando con él, no le vio nada raro a eso así que acepto.

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Paso más o menos casi una hora, Juan había terminado de comer pero no quería irse.

Hablar con spreen sin insultarse era algo poco común, pero aún así, esos momentos que son pequeños, le encantaban.

Aunque luego recordaba que el oso estaba enamorado de otra persona y esa felicidad que le daba hablar con él se le iba y se cambiaba por enojo.

Odiaba a betra, aunque fue su culpa haberle dado esa poción en primer lugar.

- creo que ya deberías irte Juan, tendrás otras cosas más importantes que hacer -

- oh no no, todo lo contrario, me encanta hablar contigo -

Juan sonrió, haciendo que el oso también sonriera.

Para Juan ese era el momento perfecto.

Claro era ...

- ¡Spreen!! -

Cierto chico de máscara entro repentinamente a la pollería, llamando al híbrido, quien al escuchar la voz de "la persona que amaba" llevo toda su atención a él.

He ignorando a Juan.

- ¡Betra! -

El híbrido no fue lento y fue a abrazar al chico, no siendo correspondido ya que aún le era incómodo al contrario.

Y Juan, estaba celoso ... Furioso

Enserio se arrepentía de hacer esa poción.

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VAMOOO CARAJO A CASA LA COPA ;)