𝐄𝐥 𝐑𝐨𝐛𝐨

09

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El ambiente, antes tranquilo, se volvió incómodo ... Para Juan.

Cuando llegó betra toda la atención del híbrido se dirigió a él, había quedado como alguien sobrante, la tercera rueda.

Y eso le enojaba.

Pero no podía demostrarlo, debía aparentar estar bien con eso para joder a betra.

Y hablando de él, estuvo varios minutos siendo abrazado por el oso, le era demasiado incómodo esto.

Alejo al híbrido y dirigió su mirada al hechicero.

- ¿Que haces vos acá? -

- vine a comer, esto es un restaurante ¿No? -

Esa maldita sonrisa otra vez, lo tenía podrido.

- y tú ¿Que haces aquí? -

- trabajo para spreen por si no lo sabías -

Si eso era verdad ...

Tenía que mostrarle a spreen cómo iban las máquinas en la base, claro si es que aún quiere seguir con la guerra.

Spreen cerro el local y se despidió de Juan, betra hizo lo mismo a regañadientes y se fueron.

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- y está máquina crea más de mil de pólvora por minuto y ... ¿Me estás escuchado? -

Betra estaba algo estresado, más porque el híbrido no parecía interesado en las máquinas.

Parecía más interesado en verle la cara, que por cierto betra se sacó la máscara a pedido del oso, eso lo molestaba.

Se había rendido a pedirle a Juan que lo ayudará, así que decidió pedirle ayuda a alguien más, aunque no sabía a quién.

Suspiro irritado y miro con enojo al oso.

- ¿Querés prestar atención? -

Golpeó levemente la cabeza del híbrido, haciendo que suelte un quejido.

Pero, no espero ver cómo las orejitas de spreen bajaban y la cara del contrario cambiaba a una triste.

- lo siento ... -

....

¿Acaba de escuchar bien?

Spreen ¿Acaba de disculparse?

Se quedó mirando un rato al híbrido, no podía creer la pena que le daba, era demasiado tierno.

- eeeh... Oye tranquilo, no te pongas mal -

Acaricio la cabeza del oso, viendo como las orejitas de este se levantaban y su expresión volvía a cambiar a una sonrisa.

Pero lo que lo mató fue su colita, esa colita de oso que ahora se movía de un lado a otro.

No sabe porque pero eso lo hizo sonreír un poco.

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Betra trago a spreen para hablar de las máquinas no para ... Esto

Y no, no mal piensen, esto no es la maldición de otra dimensión *guiño guiño*

Sino que, no esperaba estar sentado en el suelo de esa base, con el híbrido usando sus piernas como almohada, pidiendo mimos.

Así es, leyeron bien, spreen pidiendo nimos, algo imposible de ver

Betra acariciaba la cabeza y las orejitas del oso, se sorprendía por lo suaves que eran.

Y mientras spreen no podía parar de sonreír, se sentía muy bien, nunca había dejado que alguien tocará sus orejas, pero no sé arrepentía ahora.

Parecía un gatito más que un oso.

- spreen ... Debemos seguir trabajando -

En respuesta recibió un gruñido de desaprobación, no quería seguir trabajando, estaba demasiado cómodo.

Betra suspiro, por ahora le cumpliría el capricho al oso.

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Spreen tierno