La espera de ese maldito email confirmando mi participación en el programa me estaba volviendo loca. No fueron un par de semanas como yo esperaba, fueron meses hasta que por fin, confirmando todas mis sospechas, había entrado.
Como me dijo Gyu, lógicamente tenía que entrar sí o sí, pero siempre aún así, esa duda estaba sin confirmar. No lo había hecho mal, pero nunca sabré si me escogieron por mis habilidades, o por obligación de mi empresa.
El email tampoco decía mucho. Solo la dirección donde se iba a rodar todo y la fecha para poder estar allí. Estaba nerviosa, casi tanto que no podía andar bien. Tuve que apoyarme en las paredes del edificio cuando llegué.
Entré en una sala donde había un montón de gente con cámaras. Una chica se me acercó para explicarme lo que tenía que hacer. Simplemente me sentaría delante de la cámara y ella me haría un par de preguntas.
Eran preguntas simples del estilo “¿cómo te llamas?” “¿cuantos años tienes?” “¿cual es tu hobbie?” y esa clase de cosas.
Luego me entregaron un dorsal como en la audición. Con mi nombre, la bandera de mi país y está vez, con el número trece.
-Perdone.- Me dirijo a la chica que me lo entregó.- ¿Qué significa el número?-
-Para algunos jueces es más fácil aprenderse un número que un nombre extranjero. Así que os organizamos por número para que sea más sencillo.- Me explicó con una sonrisa.
Después de darle las gracias, me indican hacía donde tengo que dirigirme. Ya tengo miedo y ni siquiera empezó el programa.
Tengo que dirigirme hacia una sala donde en la puerta tiene la bandera de España… Bueno o eso es lo que me han dicho.
Ahora mismo me estoy arrepintiendo de no haber leído las condiciones básicas del programa. Se supone que me las habían mandado por correo pero por alguna extraña razón no las recibí.
Por el camino no puedo evitar fijarme en la cantidad de cámaras que hay, siento que tendré que acostumbrarme lo antes posible.
Estaba a punto de abrir la puerta cuando escucho un montón de gritos que vienen de dentro. Espera no son gritos… ¿están cantando? No quiero entrar ayuda.
Soy demasiado introvertida, y ya con solo escucharlos desde fuera, me están quitando la energía social.
Me quedo fuera unos segundos cuando decido mirar al camarógrafo que tengo más cerca para preguntarle.
-¿Tengo que entrar ahí?- Digo mientras apunto hacía la puerta intentando que mi cara de terror no sea muy notable.
Él simplemente asiente sin mediar palabra, mientras que yo dirijo mi mirada hacía la puerta otra vez.
-¿Seguro?- Mi voz tembló un poco más de lo que me gustaría admitir. Espero que no se haya notado mucho.
Vuelve a asentir. Mierda. Bueno, toca joderse. Coje aire, abre esa maldita puerta y entra a gritar con ellos… bueno puede que eso último no, ya veremos.
Sacando mi lado extrovertido, abro la puerta para encontrarme con 3 chicos saltando y gritando. Al abrirla, hago más ruido de que tenía previsto y todos se giraron a verme.
-¡Cuánto tiempo sevillana!- Mi mente no me está jugando una mala pasada, esa voz es la de Axel, que me mira con una sonrisa de oreja a oreja.
Extrañada me acerco al pequeño círculo que habían creado entre los tres para poder responderle.
-Perdona ¿nos conocemos?- Casi al instante, me arrepentí de decirlo. No estoy segura de cómo se puede tomar mi broma.
-Creo que te confundí con alguien.- Dice mientras me mira de arriba abajo.
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Angel or Devil
Random¿Alguna vez te has imaginado estando dentro de tu grupo de kpop favorito? Pues yo si, y por eso he decidido crear esta historia. Espero que la disfrutes leyéndola, tanto como yo disfruto disfruto escribiéndola.