Estoy llorando. Estoy llorando otra vez y no recuerdo el porqué. No sé donde estoy ahora mismo. Solo sé que me siento muy cansado. No aguanto más. Quiero irme de aquí, pero algo dentro de mí sabe que eso no es posible.
Decido levantar la cabeza al notar que alguien se apoya en mi hombro. Es Tae ¿que hace Tae aquí?
-Tenemos que irnos.- Me dice.
-¿Ya es la hora?- Asiente con la cabeza para después levantarse y tenderme la mano.
Nos quedamos un rato mirándonos sin saber bien qué decir. Hasta que finalmente me abraza.
-Vamos. Nos están esperando.-
Nos subimos al coche negro con las ventanas tintadas. Siempre me pareció que era una especie de ofensa hacia los fans. Ellos estaban deseando vernos pero con esos malditos cristales no podrían hacerlo. Últimamente entiendo el porqué los tintan.
Estamos más cerca de nuestro destino y voy notando como un nudo en el estómago se va haciendo cada vez más grande. Esto es un tortura, y lo peor de todo es que ni siquiera empezó.
Soobin nota mis nervios y me da la mano. Sonríe. Todos estamos igual en cierto modo, pero me molesta ser el único que lo demuestre abiertamente. Al menos sé que no soy el único. Los tengo a ellos. Siempre estarán ahí.
Finalmente llegamos y bajamos del coche para irnos a los camerinos. Tenemos que estar perfectamente arreglados para nuestros fans.
Para matar el tiempo me pongo a hablar un poco con Kai, pero este no parece escucharme. Está demasiado centrado en sus pensamientos. Hace años que está enamorado de Soobin pero no se atreve a decírselo. Tae y yo le dijimos que debería hacerlo, pero dice que no quiere estropear su amistad. Al final fue demasiado tarde y Yeonjun se le adelantó.
Salimos al pequeño escenario donde el Staff ya había preparado todo lo que necesitábamos para el fanmeeting. La enorme mesa con las sillas y nuestras botellas de agua están perfectamente colocadas.
Todo es demasiado perfecto. No me gusta. Eso solo significa que algo malo va a pasar, y mi instinto nunca falla.
Nada más salir empezaron los gritos. Gritos que en su momento me gustaban porque son de gente que nos quiere y así demuestran su cariño. Ahora solo los siento como gritos ensordecedores. Intento con todas mis fuerzas no hacer una mueca ante tanto ruido.
Nos ponemos al frente de las mesas en una fila mirando todos hacía Moa. Soobin es quien comienza el saludo y el resto le seguimos. Vuelven los gritos.
Cuando me quiero dar cuenta ya estamos todos sentados firmando álbumes. Noto la mirada de alguien en el público. No es una fan normal, reconocería su cara en cualquier lado. Otra vez no por favor.
Me duele mucho la cabeza. Todos los recuerdos me vienen de golpe. Esto es un sueño. Más bien, es una pesadilla. Intento levantarme de mi sitio, no quiero volver a revivir esto. El staff me lo impide. Estoy condenado a revivir este momento durante el resto de mi vida. Resignado espero a que ella llegue a mi sitio.
Como si mi cabeza quisiera reírse de mí, todo ocurre a cámara lenta alargando aún más este momento. Finalmente la chica me agarra del cuello de la camisa, se sube encima de la mesa y lentamente saca esa maldita pistola. La que después daña a Soobin en el brazo y a algún que otro valiente miembro del staff.
Por fin salieron todos y la pesadilla transcurre normalmente. Todo ocurre justo como lo recuerdo. Tae decide quedarse conmigo para intentar hacer que la pobre chica entre en razón. En vano. Estoy harto de no hacer nada. Esta vez va a ser diferente.
- Dime, ¿qué quieres de nosotros?- La chica se gira molesta al escuchar mi comentario cargado de odio. Tae me mira suplicante. Sin necesidad de palabras ya sé lo que me quiere decir. No, esta vez no Tae. Esta vez no me voy a callar.
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Angel or Devil
Acak¿Alguna vez te has imaginado estando dentro de tu grupo de kpop favorito? Pues yo si, y por eso he decidido crear esta historia. Espero que la disfrutes leyéndola, tanto como yo disfruto disfruto escribiéndola.