Llevo un par de minutos fuera, pero siento como si hubieran pasado horas. Salir de la casa fue la mejor decisión que podría tomar.
No quiero hacerle daño a Kai, de verdad que no. Pero cuando estoy enfadado no consigo controlarme, y eso podría haber acabado muy mal.
Solo puedo estar sentado en un banco frío, intentando no ponerme a llorar. He reaccionado sin pensar y ahora todos me odian.
Mi estómago me recuerda que no solo estoy jodido, si no que también tengo hambre. Genial. Así que me dispongo a buscar un sitio que estuviese abierto a las 4 am.
-Buenas noches.- Digo nada más entrar. El cajero se limita a hacer una reverencia, para acto seguido, continuar mirando su película mientras come.
Doy una vuelta por los pasillos buscando la sección donde se encuentra el ramen. Cuando selecciono el ramen que quiero, me dispongo a pagarlo.
-¿Tiene microondas?- Necesito cocinar el ramen, y no pienso volver a casa para hacerlo.
Otra vez, el chico solo se limita a señalarme con la cabeza donde se encuentra. Parece que es de pocas palabras.
Se crea un silencio algo incómodo, donde solo se escucha la televisión y el sonido del microondas.
Ya que no tengo nada mejor que hacer mientras espero, me acerco para ver la película que se escucha interesante.
-¿Qué ves?-
-El rey y el payaso.- Dijo sin ni siquiera mirarme. Está demasiado concentrado.
-Es una película bastante trágica ¿no crees?-
-A mí me divierte.- Se encoge de hombros.
-¿Cómo te va a divertir un triángulo amoroso homosexual? Se siente horrible.- Al decir eso, pausa la película y me mira por primera vez desde que entré en la tienda.
-¿Qué quieres decir?-
-Bueno... Es demasiado obvio que el rey está enamorado de Gong-gil.-
-Si eso ya lo sé. Pero ¿a qué te refieres con "se siente horrible"? ¿Acaso lo has vivido tú mismo?- Mierda. Si es que no se como estar callado.- ¿Eres gay?-
-Algo así...- Espero que no me diga nada. Se queda callado y asiente lentamente, como si estuviera asimilando lo que acabo de decirle.
-Nunca había conocido a uno.- No puedo evitar reírme ante ese comentario.
-¿En serio?-
-Si. Es raro veros por Corea la verdad.-
-Estamos por ahí, solo que la gran mayoría lo esconde o se mienten a sí mismos. Yo pasé por eso.- El Yeonjun de doce años no me creería. Quien me iba a decir que dentro de unos años, podría salir del armario con el chico de una tienda de conveniencia.
-¿Puedo hacerte una pregunta?- Asiento.- Perdón si te molesta pero... Antes has dicho algo sobre ¿un triángulo amoroso? ¿Estás pasando por eso ahora mismo?-
-Es complicado y una historia demasiado larga.- Suspiro mientras me dirijo para recoger mi ramen que ya está listo.
-Puedes contármelo mientras cenas. Estoy muy aburrido.-
-¿Y la película?-
-La he visto un millón de veces. Además, estoy seguro de que tu historia será mil veces mejor.- Dice mientras coloca una silla delante del mostrador para que pueda sentarme.
Como él dice, me siento y procedo a contarle mi complicada situación. Él me escucha atentamente mientras come. De vez en cuando hace preguntas, pero la mayoría del tiempo se queda callado escuchando.
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Angel or Devil
Acak¿Alguna vez te has imaginado estando dentro de tu grupo de kpop favorito? Pues yo si, y por eso he decidido crear esta historia. Espero que la disfrutes leyéndola, tanto como yo disfruto disfruto escribiéndola.