Taylor Swift (Princesas y estrellas)

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- ¿Me veo bien? ¿No tengo la cara brillosa o algo asi?.- pregunto de nuevo Taylor mirando a su madre por séptima vez mientras la mujer suspiraba con una mirada burlona, su hija quien ya había cantado en estadios repletos de gente alrededor del mundo parecía una novata asustada al prepararse para un evento privado para el que había sido contratada desde meses atrás, pero para la chica rubia no era un evento cualquiera, la familia real inglesa le hizo saber que seria un honor contar con su distinguida presencia en el cumpleaños le la princesa Eleonor, la hija menor del rey pidiéndole a la cantante un pequeño e intimó concierto para la pequeña de 8 años en el castillo de Buckingham.

- Te ves preciosa Tay.- dijo su madre acomodando la melena risada de la chica.

- Bien, solo cinco canciones nada que temer.- dijo para si misma, no podía negar lo emocionada y nerviosa que se sentía, la realeza había sido una obsesión durante su adolescencia, y no podía negar que la principal razón de esto había sido la princesa Lilibeth, hija mayor del rey William y heredera al trono tan solo unos cuantos años menor que ella, indudablemente era la mujer mas bella que sus ojos habían visto, con ese cabello cobrizo, piel brillante y ojos que brillaban mas que mil diamantes, tan delicada y carismática ante el publico, recordaba haber tenido posters de ella en su habitación, y que esa mujer quien había sido la musa de sus primeras canciones de amor; ahora estaba sentada a unos cuantos metros de distancia disfrutando de su espectáculo, al inicial el show intentaba no mirarla demasiado y solo centrarse en la niña cumpleañera que sonreía con emoción al escucharla tocar los acordes de su guitarra mientras cantaba, había alrededor de 60 invitados casi todos niños compañeros de escuela a excepción de los familiares, mientras cantaba "Betty" se armo de suficiente valentía para mirar aquellos ojos, sorprendiéndose al verla tararear cada palabra de la canción con disimulo; la chica al encontrar su mirada en ella le sonrió cálidamente, y Taylor correspondió con felicidad.

Al terminar su participación fue invitada a sentarse con los invitados, agradeció amablemente pero primero necesitaba tomar un poco de aire asi que se emprendió directo a uno de los jardines que se le habían indicado por un trabajador "Siga a la derecha, luego izquierda, vera un pasillo y baja la escalera, después izquierda, rodea la estatua y a la derecha, ahí saldrá por una puerta" parecía sencillo pero había olvidado la mitad de las indicaciones al momento de haber pasado los primeros dos pasos; asi que caminaba sin rumbo intentando no parecer una idiota perdida, camino pasillo por pasillo pero aquel lugar parecía un laberinto interminable, hasta que entro a un enorme salón llena de estatuas de mármol y hermosas pinturas que cubrían las paredes de un azul marino muy elegante, quedo maravillada con lo que había ante sus ojos, era como vivir en un sueño.

- Es una habitación cautivadora.- escucho a sus espaldas y casi se tropieza al girar tan rápido sobre sus pies, ahí frente a ella la princesa la miraba con una sonrisa llena de ternura.

- Su alteza real que inoportuna soy lo lamento estaba perdida.- hizo una pequeña reverencia sintiendo sus mejillas sonrojarse brutalmente, la chica se acercó a ella con una sonrisa.

- Es muy común; Elton John tiene años visitando el palacio y siempre lo encontramos vagando por un lugar nuevo cuando busca el baño.- la broma de la pelirroja cumplió su cometido calmando el ataque de nervios de la rubia aligerando el ambiente. - No hace falta tanta formalidad cuando estamos a solas, soy Lilibeth.- extendió su mano con cordialidad y Taylor la tomo con delicadeza estrechándola.

- Y yo soy Taylor, es un placer por fin conocerte en persona.

- ¿Usted esperaba conocerme señorita Swift?.- dijo con un tono burlón y una ceja levantada sonrojando nuevamente a la más alta.- solo bromeó, el gusto es mio; también espere mucho por conocerte.

- Oh.- tragó saliva.- eso es lindo.

- Todas estas pinturas han sido obsequios, las estatuas son un gusto de mi padre; pero casi todo aquí tiene una historia.- dijo la princesa pasando a su lado con su largo vestido azul claro, desprendiendo in olor a vainilla dulce que quedó impregnado en el aire.- cuando era pequeña solía dejar mis dibujos aquí creyéndome artista, y los empleados del palacio eran tan lindos que a veces los enmarcaban y los ponían en lo alto. - Taylor sonrió con ternura ante la historia.- Estoy segura que en tu caso aun se pequeña ya eras una estrella.

- Oh para nada.- rio levemente.- era más como un ratón de biblioteca que escribía poemas y tocaba solo para mi familia, claro que no era muy popular en mi instituto.

La más baja le sonrió con ternura colocándose a su lado mientras ambas observaban una pintura de un bello paisaje rústico con cielo azul.

- Estoy segura que era la niña más encantadora de su escuela señorita Swift, sin duda yo hubiera sido su amiga. - ambas rieron ante la idea, un mayordomo se acercó con una charola de copas llenas de vino y ambas tomaron unas gustosas, caminaron por el salón y terminaron marchándose al jardín con luces navideñas y una bella fuente blanca, se sentaron frente a frente inmersas en la conversación.

- Estoy segura que usted hubiera sido una de las chicas más populares del instituto princesa Lilibeth.- aunque ya había confianza entre ambas, el hablar de usted se sentía más como una broma interna.

- Y yo estoy segura que yo estaría muy ocupada siendo parte del club de teatro y alejando mi cabeza de algún inodoro.- las risas fueron de un sonido cortez a carcajadas sin vergüenza.

- ¿club de teatro? ¿Como un club Glee o algo así?.- sonrió la rubia bebiendo de su cuarta copa, una persona de servicio se encargaba de aparecer a rellenar el interior cada vez que el vino desaparecía, el pobre chico daba vueltas cada diez minutos con la botella en manos.

- Oh definitivamente.- la princesa hizo un gesto dramático con la mano en la frente.- si no hubiera nacido siendo lo que soy seguramente hubiera estudiado artes escénicas y estaría peleando un papel en Broadway o Hollywood con esas chicas de tu país. - el ánimo de Taylor bajo un poco al haber escuchado aquella frase "si no hubiera nacido siendo lo que soy"

- ¿y por qué no lo intentaste?.- se sintió estupida al preguntar.

- Soy la futura reina de este país, una heredera siendo actriz en películas lejos de su nación sería sumamente vulgar ante los ojos de mi familia.- rio más bebiendo más de su copa.- Pero me alegra mucho poder al menos apoyar a jóvenes que desean ese sueño, las fundaciones de mi padre me consuelan demasiado, algún día me casare con un hombre respetable, tendré hijos y seré reina, ese es mi futuro.

- Lamento escuchar eso, yo hubiera estado en primera fila en cada estreno, no me perdería ninguna. - la princesa le sonrió con gratitud.

- Y sin duda nosotras estamos ansiosas de tu próxima gira, Charlotte no para de hablar sobre eso, prometió obtener las mejores notas si papá le cumplía el ir a alguna fecha aquí en Londres.- Taylor sonrió con emoción.

- Sería un honor tenerlas a ambas, ¿alguna canción en particular que disfrute su alteza real?.- dijo con ligera picardía.

- Es difícil elegir con tantos albums asombrosos Señorita Swift.- se acercó un poco, un movimiento casi desapercibido si no fuera porque taylor no despegaba la vista de ella. - Es una gran escritora debo decir, es muy ella e inteligente que me impresiona.

- Usted también es muy bella princesa, es difícil mantener mis ojos en algo más que no sean sus ojos.- en un acto de valentía ayudado de varias copas encima la estadounidense intentó, fue el turno de la más joven de sonrojarse.

- me alegra saber que es un mutuo pensamiento.- le sonrió de cerca.- es una lástima que su madre venga en esta dirección, parece ser que nuestro tiempo se acabó.

Los ojos de la rubia se agrandaron separándose rápidamente para dirigir la mirada a donde efectivamente Andréa las veía apenada, ambas se levantaron y Lilibeth arreglo su porte como toda una dama.

- Su alteza, lamento la interrupción pero es hora de irnos, volaremos hoy mismo a Nueva York por la agenda de mi hija.- dijo sintiendo como la rubia bufaba algo molesta.

- Oh es una lástima, pero son bienvenidas aquí cuando gusten, sin duda fue una noche agradable; mi familia no paraba de hablar bien de el espectáculo de hoy.- habló con una sonrisa mirando a Taylor quien correspondía con gratitud.
La mujer se despidió de ambas y se dirigió al pasillo para darles privacidad.

- Es una lástima que a la media noche se acabara todo, no se si las princesas tengan teléfono pero, me encantaría saber más de ti.

- Le enviaria una paloma a primera hora mañana, pero el clima está algo raro para ellas así que si, le daré mi número.- ambas rieron, Taylor jamás había sentido una conexión tan real en su vida, un click.

- Hasta pronto su majestad.

- Nos vemos señorita Swift.

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