Gwendoline Christie (la niñera)

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Primer pedido :)

Gwendoline no era una mujer fácil de engañar, siendo la fundadora y directora general en todo Norteamerica de una de las mejores empresas de productor para el cuidado de la piel; era alguien sumamente cuidadosa, trabajadora y poco confiada de las personas, siempre fría y correcta frente a sus socios y personal, quienes incluso llegaban a temerle al topar con su porte y elegancia fáciles de ver en cualquier habitación, pero cuando se trataba de su hija Skyler de 5 años era una masa tierna y llena de amor, pues esa pequeña era su debilidad, su mundo entero después de la terrible pérdida de su esposo en un robó a mano armada, desde entonces no solo de había encargado de crear su imperio de negocios, sino también de ser una madre soltera dando todo en si para hacer a su hija feliz, y una desafortunada mañana recibió una llamada de Natalia, la nana de su hija diciendo que debía volver a su natal Michoacan por una emergencia familiar, aquello le cayó como balde de agua fría, pues esa mujer había casi criado a Skyler junto a ella, era de su total confianza y ahora debía buscar un remplazo, y era difícil encontrar a alguien que llenara esas expectativas.

- Así que, tiene muy buenas referencias y un gran curriculum señora Miller.- miro detenidamente a la mujer de unos 60 años, vestida de un traje elegante y con un semblante Maduro.- dígame, ¿por qué debería contratarla a usted?

La mujer comenzó a dar un elaborado y seguramente ensayado discurso sobre su carrera cuidando infancias, su amor por la disciplina, el trabajo duro y el aprendizaje, venía recomendada de grandes colegas al igual que varias de las candidatas anteriores, pero sentía que ninguna lograba convencerla, y si de algo estaba segura; es que no dejaría a su hija en las manos de una tronchatoro estricta, ni de una hippie señorita miel drogadicta.

- Qué entre la siguiente por favor.- indicó a su secretaria por teléfono suspirando agotada, solo quedaba una de las convocadas pero su cabeza ardía, suspiró y se acomodó en su silla al escuchar toques en la puerta.- Adelante.

Una figura pequeña se asomó, una chica de cabello castaño cobrizo y ojos grandes entró tímidamente a la oficina, lucia ropa bien planchada, entre elegante y casual con un blazer negro, pantalón de vestir y el cabello largo bien planchado, pero con una peculiar mochila morada con brillos que hizo a la jefa alzar una ceja con desaprobación, parecía no tener más de 30 años o menos, la joven saludo con cordialidad y tomó asiento frente a ella, seguramente no duraría más de diez segundos.

- Buenas tardes.- respondió Gwendoline tomando su portafolio y estudiándolo, _____ López, graduada de la universidad en educación primaria y no más de 400 horas de experiencia, solo eso, la rubia casi carcajeó al ver a la chiquilla inocente, ni recomendaciones ni antecedentes, tenía a mujeres que ya trabajaban incluso antes de que esa chica naciera.- Así que, ¿esto es todo? ¿Qué edad tienes?

- Y-yo, 24 señora.- casi pudo escucharla tragar duro.- No tiene mucho que llegue a este país, pero he trabajado en una casa hogar, tengo una licenciatura y crecí en una enorme familia donde abundan los niños, le prometo que si me da la oportunidad no la decepcionare.

- ¿Cuantos idiomas hablas?

- Tres señora, inglés, español y un coreano intermedio.

- ¿Cigarro, alcohol o algo más?

- Jamás, estoy muy limpia.- la mujer alta la miro de arriba a abajo con el ceño fruncido, después volvió su mirada a la hoja.

- ¿Y porque debería contratarte a ti y no a la experientada mujer que acababa de salir de mi despacho?

- Porque yo también fui niña, y se como me gustaría ser tratada, entiendo muy bien sus mentes, me gusta el estudio pero también la diversión, respeto a las infancias, me gusta jugar y escucharlos, y me esmerare día a día a hacerlo mejor por que...

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