Do KyungSoo estaba perplejo mientras miraba a ChanYeol en su oficina. Hizo una mueca, un momento después, cuando oyó el golpe de algo haciéndose añicos contra el suelo de su oficina.
Cuando los pequeños pedazos de vidrio azul se deslizaron por el suelo hacía su línea de visión, KyungSoo supo que el jarrón que había comprado en Hong Kong el año pasado, probablemente, estaba roto en mil pedazos.
—Um... —ChanYeol apareció en la puerta, torciendo sus labios mientras hacía todo lo posible por evitar los ojos de KyungSoo—. ¿Era muy caro ese jarrón? Me pagan el martes. Lo puedo remplazar.
Infiernos si podía. KyungSoo cerró los ojos y trató de controlar su respiración. No tenía sentido decirle al atractivo hombre que el jarrón que había roto contra el suelo, probablemente, costaba más de lo que ganaba en un año entero. El jarrón ya estaba roto, no había nada que hacer al respecto.
—No te preocupes por eso, ChanYeol —dijo KyungSoo cuando abrió los ojos y los dirigió hacia el hombre herido—. Era sólo un florero. Ahora, ve a sentarte como te he dicho.
—Sí, Señor.
KyungSoo se sintió como si golpease su cabeza contra un muro cuando ChanYeol hizo una pausa y se dio la vuelta, estrellándose contra el marco de la puerta como si hubiera perdido el equilibrio.
Pudo observar como ChanYeol se golpeaba la cabeza no menos de tres vecesal tratar de enderezarse.
—ChanYeol.
ChanYeol levantó la cabeza apresuradamente. —Sí, Señor.
—Ve a sentarte. —Al parecer, su orden no había sido lo suficientemente clara—. ¡Ahora!
—Sí, Señor. —ChanYeol comenzó a dar marcha atrás hacia la oficina, pero se detuvo a mitad de camino, mirando por encima del hombro—. ¿Um, Señor?
KyungSoo apretó sus puños. —¿Sí, ChanYeol?
—¿Tiene usted una escoba? Hay cristales azules por todo el piso y-
KyungSoo levantó la mano cuando se volvió para mirar a su secretaria. —Llama a mantenimiento. Pídeles que envíen a alguien, de inmediato, para recoger los cristales de mi oficina.
—Sí, Señor Do.
Enseguida Jihyo cogió el teléfono y empezó a marcar, KyungSoo tomó el sobre que ChanYeol le había entregado y comenzó a caminar hacia su oficina. No tenía idea de por qué había exigido a ChanYeol que fuera a sentarse en su oficina, a excepción, de la necesidad de asegurarse que el hombre no se hiriera más de lo que ya lo estaba.
KyungSoo se detuvo en la puerta de su oficina y, observó el caos, que se había apoderado de su organizada vida.
Pequeñas piezas de vidrio azul cubrían el suelo de baldosas, de un extremo a otro de la oficina. Si eso no fuera suficiente, ChanYeol estaba junto al escritorio de KyungSoo tratando de recoger algunos papeles del piso y apilándolos sobre el escritorio.
—ChanYeol te dije que te sentaras.
—Sí, Señor.
La boca de KyungSoo se abrió cuando ChanYeol simplemente se dejó caer al suelo, al lado de la mesa. Y vaya si cuando lo hizo, no se golpeó la cabeza con la dura madera de caoba. Este hombre necesitaba un cuidador.
O una habitación acolchada.
Por suerte, el hombre todavía llevaba el casco en la cabeza. Tal vez, era necesario mantenerlo allí de forma permanente.
KyungSoo apenas se abstuvo de gruñir mientras cerraba la puerta de su oficina y se acercaba al lugar donde ChanYeol estaba sentado en el suelo. Simplemente le tendió la mano hasta que ChanYeol recogió el resto de los papeles que había tirado y se los entregó.
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𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑐ℎ𝑎𝑛𝑦𝑒𝑜𝑙 || 𝘴𝘰𝘰𝘺𝘦𝘰𝘭
Fanfictionᴄʜᴀɴʏᴇᴏʟ ᴇs ᴍᴜʏ ᴛᴏʀᴘᴇ ᴋʏᴜɴɢsᴏᴏ ᴅᴇᴄɪᴅᴇ ᴀʏᴜᴅᴀʀʟᴏ ᴀ ᴛᴇɴᴇʀ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ sᴜ ᴄᴜᴇʀᴘᴏ ➪𝖻𝗈𝗍𝗍𝗈𝗆 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗒𝖾𝗈𝗅