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-Rich.- Chilló Eddie.

Estaban en los Barrens, sentados, hablando entre sí. El rizado lo abrazaba por los hombros, moviendolo escandalosamente por ratos, mientras hacía sus habituales bromas. Claro que en esta ocasión se hacía referencia a la voluminosa madre de Eddie.

-Fue gracioso, Eds.- Río. El tema de conversación era en torno a los sonoros ronquidos de Ben, hasta que Richie, sin poder contener sus palabras, dijo:
"Tienen más potencia que los de la señora K." para luego recibir un codazo del menor. Mike reía a carcajadas. Y Ben... él seguía durmiendo tranquilamente.

Era un verano tranquilo, sin Henry Bowers que los moleste a todas horas.

Luego, como si se hubieran puesto de acuerdo, todos dejaron de hablar, quedando así un silencio muy agradable. Mientras disfrutaban de la hermosa vista que el atardecer les ofrecía.

Richie; que se encontraba limpiando sus gafas con el borde de su camisa, se las colocó rápidamente al escuchar la respiración agitada proviniente de Eddie, que accionaba su inhalador. Lo sorprendió porque ya casi no lo usaba, solo para situaciones que de verdad lo ameriten o pongan muy estresado. No quería incomodarlo pero la preocupación que sentía en aquél momento lo dominó por completo. Acercándose a la oreja del castaño, susurró:

- ¿Qué pasa, Eds? ¿Te sientes mal?

- ¿Huh?- Preguntó este, sobresaltado. Con voz trémula. - Estoy bien, Rich, no te preocupes. - Le dió un casto beso en la mejilla, que lo hizo tensarse.

Solo se dedicó a mover su cabeza de arriba a abajo en señal de que había comprendido, aunque la respuesta no lo haya convencido. Claro que le importaba su pareja, pero lo que menos quería ahora era hacerle pasar un mal momento, quizá le pregunte luego, cuando estén más calmados. Decidió no hablar más para evitar problemas, algo muy sorprendente viniendo de Richie Tozier.

- A alguien le comió la lengua el gato. - Gritó Mike, rompiendo el silencio que se había creado minutos antes, con una gran sonrisa en el rostro. Vaya que estaba feliz de eso.

- Parece que la madre de Eddie tiene muchos apodos. Pero no te equivoques Mikey, me comió la p-

Antes de que pudiera completar su muy graciosa y estupenda broma (no) recibió otro golpe en las costillas por parte del chico que estaba a su lado, sonrojado.

- No te pongas celoso, Spaghetti, también tengo para ti.- Sobandose la parte atacada, haciendo una mueca de dolor claramente fingida. En realidad nunca le dolían los golpes que le propinaba el menor.

- Que asco, Richie.- Río

Estaba tan feliz de poder sacarle aunque sea una pequeña risita. Hace unos veranos atrás que Eddie había estado un poco cortante con los chicos, haciendo que estos mismos creyeran que tenía problemas en casa, negandose a pensar en que el pequeño asmático tenía algún tipo de disgusto con ellos, porque, ¿Quién en su vida querría que uno de sus mejores amigos se aleje repentinamente?

brillant   • ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora