No podía ver nada, mis ojos ardían mucho, el dolor se intensificaba cada vez más. El frío que atravesaba en aquel momento era insoportable, pero nada se comparaba con el miedo que se apoderaba de mi.Lo único que recuerdo es haber llegado a mi casa en compañía de Richie después de una reunión con el club. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿Dónde estoy?, ¿Cómo llegué aquí?, ¿Moriré?, ¿Ya estoy muerto?
Las preguntas no tardaban en llegar, una nueva pregunta surgía cada segundo. No quiero morir, estoy asustado. Tengo miedo.¡Eddie!
¡Eddie!
La voz se escuchaba lejana, muy lejana. Quiero responder pero hay algo que me detiene de hacerlo. No puedo hablar ni moverme, no puedo hacer nada. Pero la voz seguía insistiendo mi nombre.
¡Eddie!
Eran voces distintas, pero habia una en específico que lo hacía con más fuerza, con más insistencia.
Un momento después los gritos cesan, cayendo en un abrupto silencio, ¿Por qué dejaron de llamarlo?
No es hasta que siento unos cálidos labios presionando los mios, en un toque suave y delicado. Una experiencia para nada nueva. Richie.En el momento en el que salí del trance, pude encontrarme con un azabache de grandes gafas. Éste se encontraba con lágrimas por todo el rostro, un poco rojo y agitado.
- Eds...- Acarició mi mejilla con cariño.
No dije nada, tan solo me lancé a abrazarlo. Todo el miedo que pasé se esfumó de golpe, siendo Richie mi salvación.
Los chicos estaban al rededor nuestro, todos parecían querer llorar. Se acercaron lentamente y nos juntamos en un abrazo. No hacían falta las palabras, con eso bastaba para que mi pecho se calentara ante el tacto y mi corazón latiera fuertemente emocionado.
- ¡Eddie, nos diste un susto de muerte!- Gritó Richie, sollozando, mientras me abrazaba más fuerte.
- ¡P-Pensam-m-o-os que estab-bas muerto!- Bill fue el primero en alejarse para que todos puedan notar su amplia sonrisa.
Estaba por decirles algo, pero claro que los problemas nunca se alejan de nosotros.
Algunos objetos cayeron de la torre de chatarra que se encontraba en el centro de las cloacas. El payaso había saltado a una esquina de esta, para quedar unos escasos metros arriba de nosotros, rió con vacilación. Esta vez sus ojos eran más amarillos de lo normal. Su mirada fija en mi hacía que me den escalofríos por todo el cuerpo.
Richie me jaló del brazo para correr hacia una rajadura en la pared para lograr escondernos, mientras los demás se dispersaban, corriendo desesperadamente.
ESTÁS LEYENDO
brillant • Reddie
Fiksi PenggemarEddie ha desaparecido. Los perdedores se encargan de buscarlo. 24/01/23