Una chica con múltiples traumas, vive con gente mal de la cabeza. Pero termina encontrándose con un chico nuevo, sin embargo, Moon jo, su líder, quien esta obsesionado con ella, se encargara de vigilarlos a ambos y hacerlos caer en la locura lentame...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy era mi primer día en aquel trabajo que acepté sin pensar. Mirandolo del lado bueno, quizá esto me ayude con esto lunáticos.
La cosa es que...no le dije nada a Moon jo.
Me levanté y caminé a la cocina, donde se encontraban los 3 chicos.
– Soo! Ya tenemos que irnos?– preguntó Joonie, yo solo hice una mueca.
–Mm? A donde tan temprano? –preguntó Moon jo, poniendo su brazo alrededor mío.
–Si..nuestro horario de trabajo es más tarde. –dijo un Jong woo más dormido que despierto.
–Eh. Pues, me salió un nuevo trabajo. Sorpresa? –dije yo nerviosa, sabía que si Moon jo se enteraba de lo que trabajaba se enojaría.
–Ah, es cierto, no les dijo? –preguntó Joonie, mirándome con esa cara de que ya la había cagado. –Noona va a trabajar con la policía! Eso no es genial?
Solo vi la expresión de Jong woo cambiar a una sorprendida y la cual parecía relajada también.
Mientras que de parte de Moon jo solo sentí un apretón en mi hombro, causandome escalofríos.
–Ah, que genial cariño. –dijo sonriendo y mirándome con cara de "tenemos que hablar". –¿Sabes? Jamás te imaginé como jefa de policía, ¿que cosas no?
–Si, en fin. Nos tenemos que ir, adiós! – dije tomando mi cosas y saliendo lo más rápido posible de aquella cocina, Min joon me seguía.
–Te lo dije, no me quisiste creer. Ahí lo tienes, ese hombre parecía que le iba a pegar un paro cardíaco. –dijo en ese tonito arrogante.
–Awh! Gracias hermanito por ponerme en más presión! – dije mirándolo mal mientras me subía al carro.
–No te enojes, solo que, realmente no pudiste pensar en algo peor? Digo, trabajar en la policía no te conviene.
–Déjame todo a mi, sé lo que hago, tengo experiencia. –dije arrancando, para ir de camino a nuestro trabajo.
No fue un largo camino, pues nuestro lugar de trabajo quedaba cerca. Llegamos y vi como nos saludaban, otros solo susurraban cosas que, seguramente, eran sobre mi padre.
No mentiré, si conseguimos esto fue por privilegio.
–Soo min! Que genial verla en su primer dia de trabajo. –dijo aquel señor que me ofreció el trabajo dias antes.