Capítulo 75

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Xu Qing guiñó un ojo e inmediatamente miró a Li Changfeng, que estaba a su lado con cara desagradable, y sonrió sarcásticamente: "Oye, ¿ya tienes hambre, Changfeng?".

Li Changfeng levantó sus cejas y miró la piel clara de Xu Qing, que aún estaba algo expuesta bajo su ropa, y dijo: "Cuando quieras".

Después de escuchar esto, la cara de Xu Qing se calentó y se apresuró a mirar a Xie Ge'er y Xie Ama, descubriendo que ambos se burlaban de la bola de masa, y sólo entonces se sintió más relajado.

Li Changfeng no sintió ningún enrojecimiento: "¡Eh, la bolita gorda está haciendo caca!". Con el grito de risa de Xie Ama, Xu Qing levantó apresuradamente al desconcertado Tuan Tuan, lo colocó en su regazo y le retiró el pañal, ¡pero se había hecho caca!

"Este niño, no llegó a ti, ¿verdad?" preguntó Xu Qing avergonzado, no era muy agradable que un niño se cagara encima de ti en este día de Año Nuevo.

"No, sólo sentí que se sacudía y empujaba un poco, ¡así que supe que estaba haciendo caca!". Xie Ama también tenía mucha experiencia con los niños, y no pudo ocultar este movimiento de la pequeña bola de masa.

Li Changfeng le dio a Xu Qing un pañal nuevo y acercó un cubo de agua caliente para limpiarle el culito a Tuan Tuan, y se llevó el pañal para lavarlo.

 Xu Qing limpió el trasero de Tuan Tuan mientras escuchaba las palabras de Xie Ama, y Xie Ge'er sintió curiosidad: "¿Puedes saber todo esto?".

"Así es, parece que necesitamos aprender más de ti en el futuro sobre cosas que Changfeng y yo no sabemos". Xu Qing le dio una buena limpiada a Tuan Tuan, después de cambiarle, le besó las mejillas, miró a Xie Ama y dijo.

Cada vez que Xie Ama hablaba de educar a los hijos, abría la caja de las palabras y seguía saliendo.

Ha llegado el momento de hacer la cena, los ingredientes para la víspera de Año Nuevo están listos y también son fáciles de preparar, así que Xie Ama y el hermano Xie se despidierón para ir a cocinar, Li Changfeng y Xu Qing no han tardado ni un cuarto de hora, y ya han puesto la comida en la mesa.

"Vayamos a presentar nuestros respetos a los padres mañana." Li Changfeng sirvió un palillo de tocino a Xu Qing y, después de verlo comer, habló.

Xu Qing masticó el tocino y miró a Li Changfeng, que estaba serio, y dijo: "De acuerdo, haré lo que dices".

A la mañana siguiente, después de desayunar, Li Changfeng y Xu Qing tomaron toda la comida, los cañones y las velas necesarias para el ritual y, con los paraguas a la espalda, cerraron la puerta del patio y se dirigieron al lado izquierdo de la casa, donde estaban enterrados los padres Xu, a diez minutos de la casa.

Las dos tumbas se han pavimentado con nieve a la ronda, lejos parecen dos grandes bollos al vapor que se colocaron en el suelo, Xu Qing y Li Changfeng trajeron cosas para instalar, velas blancas también se encienden, también se cuelga girnaldas en un gran árbol al lado.

"Padre, Ama", y el original Xu Qing, "He traído a mi hombre y a nuestro hijo para verlos, perdónenme por tardar tanto en visitarlos". Xu Qing se arrodilló con Tuan Tuan a la espalda y quemó el papel moneda sobre la tumba, la nieve no era pesada pero sí fría, y en poco tiempo las cenizas se congelaron en fríos trozos.

Lleva un año en este mundo, y en este año ha pasado de la inquietud y la actitud defensiva a la tranquilidad y la aceptación. La crueldad del mundo postapocalíptico ha dejado a Xu Qing con mucha sangre fría en el corazón, pero eso se debe a que está acostumbrado a ver a la gente y las cosas crueles y de sangre fría en el mundo postapocalíptico, y lo que este mundo le ha dado a Xu Qing es sol y vida nueva, así que poco a poco ha recuperado su naturaleza. No era más que un estudiante universitario recién licenciado.

La historia agrícola del hermano feoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora