Flores azules en guerra !Luckity/Vlogckity

Capítulo IV

Despertó en un lugar no reconocido después de oler un aroma que para su gusto podía decirse que era exquisito.

Nunca antes había dormido tan cómodamente como hoy, parecía haber tomado una siesta de tres meses.

La pereza le estaba ganando, no quería abrir los ojos y prefería seguir allí acostado abrazando su almohada, o lo que sea lo que estuviera abrazando, pequeño, cómodo y calentito, quizás un peluche.

El olor era cada vez más y más fuerte que de tener forma propia se habría casado con él hace un rato, no mentía y ahora sospechaba de tener esquizofrenia.

Sintiéndose derrotado abrió los ojos y miro a su alrededor, parecía un cuarto común, solo que más grande de lo común, también era muy oscuro para su comodidad, parecía el cuarto de una persona depresiva con poca vida social y pensamientos negativos sobre todos. . .

Definitivamente Luzu debió haberlo dejado en su cuarto a dormir, por lo que notó estaba arropado con su hijo.

Lo último que recordaba fue caer dormido junto a Luzu y ser cargado por él, luego de eso cayó dormido y ahora estaba aquí.

Tendría sentido, además de que dudaba que alguien más lo hubiera “secuestrado” por decirlo así, su eso hubiera pasado esa persona ya estaría muerta a manos de Luzu.

Se libro de sus pensamientos cuando escucho la puerta de la habitación abrirse.

—¿Quacks?— Luzu estaba parado frente a la puerta mirando a su invitado.

—Buenos días, Lusu— saludo para después levantarse teniendo cuidado de no despertar a Merlon.

—Buenos días a ti también Quacks, el desayuno está listo— sonrió y salió del cuarto para ir a preparar la mesa, había preparado algo rápido, pero elaborado por ser la primera vez que tenía invitados desde hace tiempo.

Puso las galletas con chocolate y el budín marmolado en la mesa, mientras Quackity se levantaba por completo puso a calentar el agua para hacer café para ambos, aunque no sabía si le gustaba el café a Quacks, así que tendría a la mano hiervas de té verde en caso de que prefiera tomar otra cosa.

También había echo un poco de tarta de fresas con bayas dulces que había recolectado hace poco, no quería desperdiciarlas y sabía que era el momento perfecto para presumir sus habilidades culinarias.

—Caramba Lusu, con razón el aroma delicioso— no pudo evitar quedar cautivado con lo que había preparado su compañero, en serio ¿Qué tanto más iba a hacer por él? Este desayuno ya era demasiado.

—Espero te guste Quacks, es un desayuno pequeño pero espero que te guste, ¿Quieres té o café?— miro a su invitado.

—Pequeño mi culo, esto ya es mucho Lusu. Un café por favor— sonrió y exploró el salón con la mirada.

Era el doble de grande que el cuarto en el que despertó, quizás hasta el triple. Las pareces eran de color gris con rayas blancas en las esquinas, podría decir que era agradable, una gran ventana cerca de la puerta y lámparas alumbraban en lugar de simples velas.

Había cuadros con fotos de Luzu y las demás personas que conoció ayer, algunas macetas con plantas pequeñas y la mesa era para máximo seis personas.

—Tu casa es muy grande a comparación de la mía, Lusu— tomo asiento cuando vio al castaño acercarse con las tazas de café.

—Gracias, supongo. Está caliente aún, así que tendrás que soplar— se sentó también y tomo una galleta, la comió y soplo el café para tomar un sorbo.