Para mis dos amigos
Aun recuerdo el sentimiento de estar perdida, sola e insuficiente.
Las amistades que tenía no eran buenas, daba todo de mí y ellos no.
Eran tiempos en los cuales los pensamientos que tenia no eran buenos, tenia mi rutina por lo cual llego: el cansancio emocional.
Alejé a mis amigos, descubrí cosas que me hundieron en el fondo en vez de seguir escalando la cima.
Cuando perdí mis fuerzas, llegaron ustedes para darme su mano y decirme que subiríamos a la cima los tres juntos.
Al principio no lo creí, me daba miedo volver a confiar en las personas y que saliera mal y terminara vagando otra vez sola por los pasillos de la universidad.
Después me di cuenta de que estaba funcionando, estaban ayudándome a escalar la cima y yo a ustedes los sostenía para fuéramos al mismo paso.
Gracias, hermanos.
Gracias por estar ahí mientras juntaba mis pedazos.
Para mis dos amigos reales que no se aborrecían de mis abrazos, mis ocurrencias, o los días que me sentía abrumada.