Jarrón con grietas
Siempre escuche el lema de que:
"No importa que tengas grietas, todos las tenemos".
O una mierda parecida.
Se que tenemos grietas que no importa el tamaño, todas pueden ser curadas y sanadas, el único problema es que soy demasiado perfeccionista y veo siempre esas grietas.
Somos como un jarrón en el centro de una mesa, sin embargo, llega alguien y mueve la mesa sin querer, no sabemos cómo sostenernos y terminamos en el piso en mil pedazos.
Nos ayudan a levantarnos e intentan arreglarnos, colocando nuestras piezas de nuevo, utilizan incluso pintura dorada para resaltar las grietas y decir que ahora se ve mucho mejor que un jarrón blanco en su totalidad.
Pero hay un problema, hay pedazos que no pudieron ser rescatados, son pedazos que se hicieron trizas, pedazos tan pequeños que es imposible juntarlas y volver a colocarlas en la parte restante del jarrón porque ya no encajan.
No volveremos a ser ese bello jarrón blanco en el centro de la mesa, porque ahora tenemos grietas e incluso nos faltan pequeños pedazos.
Tal vez haya otra utilidad para ese jarrón, pero mientras eso sucede, estaremos en la esquina tapada de cajas para que no descubran que se quebró.
Nos tomara mucho tiempo quizá, pero no lo sabremos hasta que tengamos la paciencia de juntar las trizas y acomodarlas al jarrón, no quiero grietas doradas, quiero el color blanco que era, pero no podemos regresar el tiempo y evitarlo, pero podemos cambiar el color del jarrón.