No estaba realmente segura de lo que había sucedido aquella tarde cuando Aáron y yo nos vimos, fue realmente impresionante la manera en la que el me miraba como si yo fuera tan segura de mi misma, estaba nerviosa y hasta cierto punto su presencia me daba escalofríos pero no es el tipo de presencia incomoda que solamente hace que te sientas mal contigo si no que era el tipo de presencia de la cual daban ganas de ver todo los días, el acomodar todo del barco a casa fue realmente cansado pero valió la pena, a decir verdad, no tenia muchas cosas mías pero tenían un cierto estilo antiguo.
Me encontraba muy concentrada decidiéndome si vestirme y salir a explorar el terreno o quedarme en la cama pensando en los misterios del universo y en Aáron, al final salí de la cama, tome una suave toalla color crema y me adentre al mundo de las burbujas y el jabón, era muy relajante aunque sabia que tarde o temprano tendría que salir, ya fuera, me vestí, peine y perfume, arregle un poco mi cuarto y salí silenciosamente de mi habitación, escuche unos cuantos murmullos que si no supiera darían miedo aunque sabia ya desde hace mucho que esta casa hacia mucho eco con cualquier sonido así que de alguna forma no me daba miedo escuchar susurro, poco a poco conforme baje las escaleras las voces se iban intensificando y pude percibir otras 2 voces ajenas a las que comúnmente escucho.
-Amira!!! quiero presentarte a unas personas-dijo mi madre viéndome tomando de mi mano bajándome sin despegar la vista de aquellas personas ajenas a mi-Ellos son los señores Adam y Susan Baltimore y su hijo Damian, viven a poco de aquí.
-Un gusto - dije tímida viendo a un señor robusto con bigote y cabellera rubia y ojos azulados seguido de una mujer del mismo cabello solo que ondulado y de ojos verdosos, se veía dulce y cálida, sin olvidar también al chico que fácilmente sabría que es de mi edad y como sus padres tenia un cabello dorado y los ojos de su madre, tenia una expresión egoísta y algo rebelde, pero atractiva.
-Que hermosa jovensita- dijo la mujer abrazándome y dándome dos besos en cada mejilla mientras que su esposo me daba un fuerte apretón de manos
-Un gusto- dijo de manera algo fría y sin expresión a lo cual me dio un gran escalofrió, sorprendente que dos personas tan diferentes puedan estar juntas, Susan tan dulce y Adam tan frió. De a poco sentí una mirada posarse en mi a lo cual yo voltee y me encontré con esos ojos verdes penetrantes que no dejaban de analizar cada movimiento que hacia.
-Un placer conocerla joven Rabanet- dijo tomado mi mano besándola coqueta mente con una sonrisa juguetona a lo cual no supe exactamente como responder.
Después de toda esa incomoda presentación, mis padres dijeron que diera un paseo con Damian a lo cual mi respuesta fue una mala mirada hacia mis padres ya que a pesar de lo apuesto que era ese chico, no sentía que fuera el tipo de chico que fuera sincero con la gente aunque no tuve otra opción.
Salimos sintiendo el golpe del viento en nuestros rostros y cada vez el silencio se hacia mas incomodo, hasta que el decidió hablar.
-Y dime joven Rabanet, te gustaría ser parte de mi compañía el resto de los días?-dijo coqueto
-Disculpa?-dije inmediatamente
-Ya sabes, compañía, tengo muchas chicas que desean ser una gran compañía de alguien como yo, digo, tengo muchas chicas que ya lo son pero no tienen por que ponerse celosas-dijo de una manera arrogante y desee con todas mis fuerzas lanzarle una rama a su rostro
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Red Trees
Tiểu Thuyết ChungUna chica, un nuevo mundo, un futuro donde los países no existen, un lugar donde crecen misteriosos arboles rojos, una profecía donde el premio es la libertad, unos enemigos que se esconden entre la oscuridad , un acontecimientos que cambio nuestro...