El sonido de la lluvia me despertó y de manera lenta y algo difícil abrí mis ojos volviéndolos a cerrar por la luz brillante que emanaba de la ventana, al abrirlo nuevamente vi con claridad mi habitación y note mi mano tomando fuertemente la llave que me dio Otto, ayer si que me sentí algo extraña, en cuanto toque la llave sentí una sensación de que tenia un deber, es como esa clase de deber que sientes cuando tienes que hacer algo por el bien de todos, como los superheroes, pero realmente lo que me tenia inquieta era no saber realmente que tenia que hacer, la llave colgaba de mi cuello y mis dedos suavemente acariciaban la cadena de esta que estaba algo cálida.
-Amira-escuche la voz de mi madre tocando mi puerta- el desayuno esta casi listo, baja.
Escuche sus pasos alejándose rápidamente, volviéndose solo un leve golpe, me levante destapandome lentamente ya que el ambiente fuera de mi cama era frió y tenia pereza salir de esta aunque ya estaba mas despierta que dormida, me puse mis pantuflas beige, suaves y esponjosas y camine al baño tomando rápidamente una toalla, me di una mirada rápida a mi espejo y me di cuenta de lo enredado que estaba, un buen jalón de cabello me esperaba después del baño.
Ya lista y vestida baje lentamente y sentí la brisa que entraba por alguna ventana abierta, al llegar a la cocina vi a mis padres sentado y mi abuela sirviéndose un poco de jugo de naranja con miel.
-Buenos días-dije aun con algo de pereza.
-Buenos días preciosa- dijo mi madre sonriéndome dulcemente, podría tener mil años y esa sonrisa jamas se le borraría.
-Como amaneció mi pequeña?-dijo mi padre leyendo una revista de mecánica y tomando de su café.
-Cansada y con ganas de nada- dije mientras observaba a mi madre servirme un plato con pan tostado, huevos con jamón y frijoles.
-Podrías ayudarme a restaurar el jardín de atrás-dijo mi madre- o podrías explorar el bosque pero sin adentrarte demasiado.
-Lo ultimo suena bien- dije emocionada.
-Solo ten cuidado- dijo mi padre con semblante serio.
-Irónico de quien lo dice, antes te metías en muchos problemas-dijo mi abuela viendo a mi padre con una mirada de recordar viejos tiempos.
La hora del desayuno paso rápidamente y me puse un abrigo ya que el día era realmente húmedo y frió. Salí cuidadosamente de la mansión, baje con cuidado los escalones y escuche el sonido del agua en la tierra por debajo de mis botas, camine desviándome por un gran campo donde vi a lo lejos arboles, unos seguían siendo verdes y muy a lo lejos se veían los rojos, algo cerca pero a la vez lejos, decidí adentrarme un poco mas, la lluvia molestaba pero conforme me acercaba a los arboles esta se iba calmando hasta que las únicas gotas que caigan eran las del leve roció de las plantas, entre en un montón de arboles y el suelo estaba un poco mas seco, supongo que por las grandes ramas de los arboles que protegían todo, camine un poco mas y vi una sombra cerca de un árbol rojizo y triste, el aspecto era tenebroso-
-hola?-dije escondiéndome como una niña pequeña en un árbol.
Solo se escucho un gruñido y en cuanto escuche una rama romperse corrí a todo lo que mis pies podían, no era muy torpe al correr pero no era una gran corredora tampoco, volteaba a cada dos por tres para ver que era eso que corría hacia mi, sin saber mas choque con algo duro y tibio, me sentí caer pero el golpe jamas llego.
-Amira, pequeña, vaya no te has hecho daño verdad?- escuche mientras abrí mis ojos lentamente al no sentir el golpe, lo vi aquellos ojos grises y esa mirada preocupada posada en mi.
-No, es solo que alguien estaba persiguiéndome- dijo incorporándome con ayuda de el ya que me tenia sujeta fuertemente de la cintura y mis manos estaban puestas una en su pecho y la otra en su brazo que me sostenía, me sonroje-lo lamento.
-No te disculpes Amira, parece que ya conoces a Kueyén-dijo mientras aparecía un lobo blanco de mirada profunda y penetrante- esta conmigo desde que lo cure y alimente después de una herida-El lobo se acerco a mi y con cuidado me empujo el brazo para que lo acariciara.
-Tal vez te confundió con alguien, suele proteger mucho su habitad, pero es muy honorario-dijo mientras acariciaba la cabeza de aquel lobo de nombre Kueyén.
Derrepente sentimos un movimiento en los arbustos y Aáron me puso detrás de el mientras que Kueyén se ponía a la defensiva gruñendo cuando derrepente un pequeño zorro salio saltando enfrente de nosotros con una mirada al igual que el lobo penetrante pero muy juguetona, se acerco con confianza al lobo y se dieron una suave caricia a sus pelajes.
-Parece que se conocen, hola bonito zorro- dije viendo al pequeño el cual me dio una mirada de que algo no andaba bien.
-Parece que te has equivocado, es una zorrita- dijo riéndose y este animalito parecía sonreír, lo cual me dio a entender que tenia razón.
-Te gustaría un nombre bonita?- le pregunte acariciándola suavemente mientras me sentaba en el suelo de rodillas y empezó a lamerme el rostro- lo tomare como un si.
Después de vario tiempo pensando el nombre decidí ponerle Solis, era un bello nombre y a esta le encanto, poco a poco regresamos y el pequeño lobo salio corriendo a quien sabe donde.
-Estará bien?- le pregunte a Aáron algo preocupada por el lobo mientras cargaba a mi nueva amiga.
-si lo esta, solo que tiene un alma libre ya sabes -dijo poniendo una mano en mi hombro caminando hasta dentro de la mansión,Solis salio corriendo hasta adentro y no paso mucho que escuche un grito de mi padre y una risa.Corrimos hasta adentro y encontramos una escena muy cómica, mi padre en el suelo muriendo de risa a lamidas por parte de Solis y mi madre sorprendida.
-Dios, que animalito tan mas simpático-dijo mi padre controlando su risa.
-Mamá, Papá, puedo quedármela, si?, por favor, se llama Solis- dije en suplica.
-Bueno hija- dijo mi madre algo dudosa.
-Podríamos decir que si, si limpias su desastre, le das de comer, la bañas... -empezó a hablar mi padre a lo cual es interrumpido.
-Que va, ya hasta le pusiste nombre- dijo mi madre sonriendo- pero ya sabes, te haras cargo- acaricio su cabeza con suavidad.
-Y empieza ya porque algo me huele mal y no es precisamente algo de nosotros-dijo viendo a Solis.
-Huele a salvaje-dije yo sonriendo.
-Y díganme que hacen ustedes dos paseándose de la mano como jóvenes enamorados- dijo mi padre picaron a lo cual baje mi mirada y tenia la mano de Aáron fuertemente sujeta de la mía y rápidamente con un sonrojo perfectamente notable nos soltamos.
-Solo caminábamos- dije rápidamente.
-Bueno Amira tengo que irme, nos veremos pronto- dijo besando mi frente abrazándome.
-Por que lo haces ver como un adiós-dije sonriente correspondiendo el abrazo.
- Es difícil estar sin verte un momento después de tantos años sin saber de ti-dijo separándose caminando a la salida-nos vemos mi rosa de invierno-escuche decir como si fuera un suspiro.
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Red Trees
General FictionUna chica, un nuevo mundo, un futuro donde los países no existen, un lugar donde crecen misteriosos arboles rojos, una profecía donde el premio es la libertad, unos enemigos que se esconden entre la oscuridad , un acontecimientos que cambio nuestro...