Capitulo 5

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Después de aquel abrazo no pude dormir, pensaba mucho en el, si que había entrado en mi piel aquel chico, no podía imaginarme que el fuera solo alguien de metal y tuercas, era muy difícil, pero era sorprendente como podía hacerme sentir tantas cosas y sentirse tan real, el era real, pero no sabia si yo podría soportar los golpes del tiempo los cuales a el no le afectaban.

Solis se acurruco en un pequeño cojín en el suelo y me vio con inocencia.


-Tu tampoco puedes dormir- le dije acomodándome de tal forma que quedamos frente a frente, yo en la cama y ella en el cojín, ambas acostadas mientras esta hacia un pequeño chillido.

-Tu crees que encuentre una respuesta a lo que busco- dije viéndola sintiendo muy en el fondo que podría responderme de la forma que yo quería pero sucedió algo mas sorprendente, Solis asintió de una manera tan humana que me sorprendí- puedes entenderme?- dije abriendo os ojos de par en par y ella volvió a asentir- creo que a sido demasiado por hoy- dije acostándome boca arriba cerrando mis ojos entregándome al sueño.


Mi frente se sentía húmeda y sentía una respiración en mi cabello, abrí los ojos lentamente y vi a Solis arriba mio lamiendo mi frente, le acaricie su suave pelaje y le sonreí.


-Hora de levantarse ya se- dije riendo mirando la ventana- parece que hoy no habrá sol de nuevo.


Tal vez debería de dejar de pensar en Aáron, seguramente ya lo habría hartado si mis pensamientos le hablaran, tome un polo gris en cuello redondo y mangas muy largas, un pantalón de mezclilla azul marino, botas marrones y un gorrito del mismo color, claro esta después de un buen relajante y merecido baño de agua muy caliente, eran apenas las 6:30 y seguramente nadie habría despertado aun, así que decidí explorar un poco mas la gran mansión que era ahora mi hogar 

Salí con cuidado de no hacer mucho ruido acompañada de Solis que estaba en mis brazos, bajamos a paso lento las escaleras hasta llegar a la salida, respirar un poco aire fresco no me haría mal, tome una chaqueta que estaba colgada a lado de la puertas y la abotone con Solis en mi pecho para que no se mojara y nos abrimos paso entre la leve lluvia y la neblina a lo lejos, podía ver el bosque pero la verdad despues de aquella experiencia tardaría mucho en volver a entrar ahí, camine alrededor de la mansión buscando algo con lo cual entretenerme hasta que vi una pequeña cabaña que era parte de la mansión y como parecía no estar habitada decidí que mi espíritu aventurero renaciera nuevamente. Al llegar a la mojada y gastada puerta de madera la empuje y esta se abrió dando un chirrido espeluznante y me adentre, estaba seco por dentro y olía a polvo  y plantas, la naturaleza había hecho su trabajo y estaba en todas partes, observe todo a mi alrededor y había jurado ver a alguien a lo lejos por una de las ventanas, cada vez me daba sustos en este lugar pero eso hacia que también cada vez me dieran mas ganas de explorar, sentía en mi pecho la cadena de la llave que me había dado Otto, necesitaba comentarle sobre esto pero seria mas tarde, confiaba en el y el Aáron lo suficiente para contarles y que no me tomaran de a loca. 

Salí dejando todo tal cual lo encontré y camine otro rato mas por los jardines, había flores con una leve capa de agua y el ambiente era fresco, a lo lejos de la neblina se podían notar unos rayos de sol y un cielo empezando a despejarse siendo de un azul hermoso, al poco rato regrese a casa y acomode la cacheta en su lugar y acompañada de Solis llegamos a la cocina donde ya estaban todos.


-A donde te metiste pequeña?- dijo mi abuela viéndome al entra mientras mis padre se sentaba y mi madre me servia una porción de tarta de queso

-Estaba aburrida y decidí dar un paseo con Solis- dije tonando una cuchara y comiendo un poco de esta deliciosa tarta.

-Solo recuerda tener cuidado cariño- dijo mi madre maternal.

Ahora lo siguiente que haría seria ir a casa de Otto a contarle y de paso si veía a Aáron, que me acompañara.



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