Mientras el mundo se Termina [ Minsung ]

Prólogo

Jisung miraba la televisión con la boca abierta. A pesar de que la noticia había sido anunciada por el gobierno hace un par de semanas. Ver las imágenes de aquella enorme roca comenzar su descenso hacia el planeta, le erizó todos los vellos del cuerpo.

Era un misterio para todos el por qué los satélites continuaban funcionando. Aunque también era sabido que, dentro de las próximas 24 horas, todo se reduciría a la destrucción total de la existencia humana. Un enorme meteorito se acercaba velozmente a la tierra y no había nada que pudiera evitarlo.

Los noticiarios habían dejado de ser presentados por personas y habían sido reemplazados por una transmisión ininterrumpida de la NASA.

Junto a la imagen satelital del cometa, aparecía una cuenta regresiva:

24 horas.

¿Qué podía hacer Jisung con 24 horas de vida?

Sus pensamientos lo llevaron inevitablemente a Minho. Después de todo, el había sido el único hogar que hubo conocido. Su único amor, su familia.

Habían dejado de verse de forma definitiva ya hace seis meses. Cuando la primera noticia sobre el meteorito había aparecido. Ambos habían decidido alejarse, para evitar pasar sus últimos meses atrapados dentro de una relación que se había vuelto de todo menos dulce.

Sin embargo, de pie frente a la televisión, con el miedo y la soledad acaparando cada parte de su cuerpo. Han Jisung levantó el teléfono hacia su oído y espero que su ex novio le contestara.

--- Hola, ¿Jisung?

--- Minho…

--- No esperaba que…

--- Por favor, ven.

El silencio se hizo presente al otro lado de la línea y Han mordió su labio inferior, nervioso. Luego de unos segundos que se sintieron como una eternidad, un suspiro se oyó por parte de Lee.

--- No quiero visitar el departamento, reunámonos en el mismo lugar del río Han al que íbamos siempre. Estaré allá en unos cuarenta minutos.

Cuarenta minutos pensó Jisung, cuarenta minutos donde seguiría solo y empapándose de nervios.
Soltó un largo suspiro y asintió aunque Minho no pudiera verlo.

--- Está bien, no demores por favor. Estaré esperándote.

Colgó la llamada y decidió cambiarse para salir. Usó sus mejores ropas y el mejor perfume. Después de todo, iba a ser su último día de existencia.