Sweet And Cold Baby² ☘ ChanIn

ッ 05

—No puedo creer que ya hayas comprado la cuna —dijo Jeongin al ver en la entrada del departamento una gran caja.

Chan sonrió inocente, levantó la caja del suelo y la llevó dentro del departamento.

—¿Cuál de las habitaciones será la habitación de Minho? —preguntó Chan.

El departamento constaba con una habitación matrimonial, la cual era la más grande, y dos habitaciones más pequeñas donde una era la pieza de invitados y la otra se ocupaba como armario De hecho, la habitación que se ocupaba como armario tenía aun algunos regalos de los invitados en su matrimonio, y aún no los abrían, y eso que se casaron hace ya unos años atrás.

—La de invitados, aunque tendríamos que mover las cosas de esa pieza a la otra. —Y con el solo pensamiento de tener que acomodar cosas de nuevo ya se sentía agotado.

Se fueron a la pieza de invitados, donde vieron lo que tendrían que ir moviendo primero.

—Hay que desarmar la cama primero —la pieza constaba con dos camas de una plaza, y una mesita de noche en medio de ambas camas—. ¡Empecemos! —Jeongin hizo una mueca, pero de cualquier forma asintió.

Empezaron por quitar las sábanas y los colchones. Ambos llevaron los colchones a la otra habitación, donde solo los dejaron acomodados al lado de la pared. Ahora tocaba desarmar la base de la cama.

—Chan, puedo cargar unos simples palos —se quejó una vez más el omega.

—No puedes hacer mucho esfuerzo, Innie. Yo lo haré —intentó convencer a su esposo, pero el omega era tan obstinado.

—El hecho de que este embarazado no significa que no pueda cargar un par de palos —frunció su ceño molesto.

—Amor, ya te dije que lo haré. Puedo apostarte que a Minhonnie no le parece buena idea el que cargues cosas pesadas —hizo un pequeño mohín, intentando nuevamente convencer a su esposo.

—Estoy seguro que a Minhonnie no le importa. Ya dame los malditos palos —iba a empezar a caminar para tomar las partes de la cama, pero se detuvo y su semblante molesto cambio a uno sorprendido, pronto llevó su mano a su barriguita. Chan al ver estas acciones se asustó y caminó hacia Jeongin.

—¿Jeongin, todo bien? —el nombrado elevó la vista y sonrió. Tomó la mano del alfa y la llevó a su barriguita, donde luego de unos segundos ambos se miraron emocionados y sorprendidos.

—Está dando pataditas —la pareja empezó a soltar leves risas nerviosas, pero con felicidad —Creo que tienes razón, Minho no está de acuerdo.

—Te lo dije, amor —acarició un rato la pancita del pelinegro con una sonrisa—. Anda a sentarte, yo me encargo de esto —dijo para luego darle un besito justo donde estaba acariciando, para luego darle un besito rápido en la puntita de la nariz de Jeongin. El último mencionado asintió y se fue de la habitación para irse a sentar un rato al sillón de la sala de estar.

Jeongin seguía con la mirada a su esposo, el cual iba de una habitación a otra para ir dejando las cosas de la habitación de invitados. Minho había dejado de dar pataditas, de cualquier forma, Jeongin siguió dejando leves caricias en su vientre. Seguía sin creer como en tan poco tiempo su pancita había crecido tanto, y había subido tan rápido de peso. Sentía que el tiempo había pasado tan rápido, y le asustaba que faltaban como cuatro meses para la fecha de parto.

Cuando Chan terminó de llevar las camas a la pieza más pequeña, se puso a armar la cuna bajo la atenta mirada de su omega. Aún faltaban varias cosas por comprar para la habitación del pequeño Minhonnie, pero por algo se empezaba.