Sweet And Cold Baby² ☘ ChanIn

ッ 06

Semana 21 de embarazo.

Jeongin se removió por quinta vez entre los brazos de Chan, realmente le estaba costando conciliar el sueño ya que el querido Minhonnie no dejaba de moverse. Suspiró cansado, de por si llegaba agotado de tantas horas de trabajo como para que su hijo, que aun ni nacía, tampoco lo dejara dormir. Chan estaba cómodamente dormido, su respiración era tranquila y estaba soñando con el día de su boda, aunque pronto el sueño se fue alejando al sentir algo removerse constantemente, y despertó por completo cuando sintió un golpe en su cara.

—Agh... —Se quejó el rubio mientras llevaba su mano a su la zona afectada.

—Lo siento, lo siento —se disculpó rápidamente Jeongin mirando a su esposo preocupado.

—¿No puedes dormir? —Jeongin negó con un puchero, y sus ojos se cristalizaron—. Oh, tranquilo, no llores, amor —el omega soltó un sollozo seguido por algunas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

—Yo solo quiero dormir, y Minhonnie parece que tuviera un maldito partido de futbol dentro —aunque Chan quería reírse por el comentario de su pareja, sabía que si lo hacía este se enojaría con él o se pondría a llorar aún más fuerte, o quizás haría ambas. Decidió pasar su mano, dando caricias, por la pancita del omega.

—Tengo una idea —acercó su cara a la pancita—. Sunrise with you on my chest... —empezó a cantar la canción que había sonado de fondo en la fiesta de su boda con Jeongin con una sonrisa feliz. Con el cantar de cada palabra, fue recordando cuando se conoció con el pelinegro, el día del cortejo, la graduación, cuando se fueron a vivir juntos, la boda, y cuando se enteró que sería padre, por supuesto que entre medio había otros recuerdos que habían hecho juntos.

El pelinegro miraba todo con una sonrisa dulce mientras pasaba sus dedos por el pelo de su esposo. Al estar tan concentrado mirando al rubio que no se dio cuenta cuando por fin Minho había dejado de patear.

—Trapped up on a tightrope now we're here, we're free. Falling all in... ¿Se detuvo? —preguntó en un susurro. Jeongin asintió. Chan se sentó en la cama un rato para estirarse, preparándose para volver a dormir—. Bueno, a dormir entonces —el omega sonrió juguetón mientras negaba. Se sentó en las piernas del alfa, y pasaba sus brazos por alrededor del cuello de este—. ¿Qué haces, Innie? —preguntó con una sonrisa divertida.

— La noche es joven, ¿no? —dejó un beso en la comisura de los labios del rubio —Además, se me quitó el sueño.

Empezaron a besarse desesperadamente, Chan recostó a Jeongin en la cama, posicionándose encima de este con cuidado de no llegar a aplastar la barriguita del pelinegro. Esa noche no dormirían enseguida.

Chan bostezó mientras caminaba por los pasillos del hospital con un café en manos. Estaba realmente agotado, pero esperaba que el café fuera suficiente como para despertarlo por completo.

—Te ves del asco —dijo Hyunjin al ponerse a caminar a la par de Chan—. ¿Noche difícil? —preguntó con una sonrisa burlesca.

Chan negó dando un sorbo a su café.

—Noche excitante —sonrió levemente, tomando otros sorbos del café.

—Uh... alguien tuvo acción —codeó al contrario en forma de burla—. ¿Pero tanta acción como para que te veas tan cansado?

—Tres rondas —Hyunjin abrió su boca formando una "o" con sus labios, sorprendido.

—Por la diosa, ustedes no desperdician la noche. Dime tu secreto —Chan rio levemente.

—Las hormonas del embarazo, solo eso te diré —Hyunjin hizo una mueca, eso no aplicaría en su caso—. ¿Aún no da resultados sus intentos de que Seungmin quede en cinta? —el contrario hizo un chasquido con su lengua.

—Es más complicado de lo que pensábamos. Estamos pensando en pedir una cita con Hong para que nos haga algunos exámenes, quizás Seungmin es infértil —se rascó la nuca, nervioso.

—O quizás tú eres estéril —sugirió Chan. Eso en vez de tranquilizar a Hyunjin, lo pusieron peor.

—Gracias por tu ayuda —dijo con sarcasmo.

Al llegar a la zona de pediatría, vieron a Seungmin y Jeongin hablando sobre algo que no llegaban a escuchar. Jeongin miró a la dirección donde se encontraban los alfas, Chan y Jeongin se dedicaron unas sonrisas cómplices, el omega miró nuevamente a Seungmin cuando el rubio le guiñó coqueto. Con el tiempo Chan había agarrado más confianza, y no le daba tanta vergüenza cuando se mostraba coqueto con su esposo. Aunque a veces su timidez volvía en ciertos momentos.

—Mira, ya verán que en el momento que menos planeaban, llegará un bebé a sus vidas, confía en mí —le dijo a Hyunjin para animarlo, le dio unas palmaditas en su espalda y siguieron su camino.