Sweet And Cold Baby² ☘ ChanIn

ッ 08

Semana 30 de embarazo.

Chan y Jeongin iban con los ojos vendados, sin poder ver donde estaban. Ambos estaban tomados de las manos, caminando cautelosamente, dejando que sus amigos los guíen.

¿Qué había pasado? Pues, la pareja había salido del trabajo y se dirigían al auto para poder ir a casa, pero Hyunjin y Seungmin los detuvieron en la entrada del hospital, y se los llevaron a su auto. Cuando llegaron a un lugar desconocido para los futuros padres, Hyunjin y Seungmin les pusieron una venda en los ojos a cada uno.

Cuando ya la pareja estaba en frente del Baby Shower sorpresa, les quitaron las vendas y poco a poco fueron abriendo sus ojos, ambos sorprendiéndose con lo que había enfrente de ellos.

Era un salón enorme, perfectamente adornado. En el centro había un arco de globos blancos, celestes y unos transparentes con mucho confeti y brillantina dentro de estos. Enfrente del arco de globos, había una gran mesa con un mantel blanco, donde había varios cupcakes, y un pastel de tres pisos blanco con flores celestes de crema, y en la cima de este pastel había una figurita de un bebé. En otra mesa, un poco más pequeña, estaban los regalos de los invitados. Entre los invitados estaban los cercanos de la pareja, como sus familias y amigos.

—¡Sorpresa! —gritaron emocionados los presentes. Chan y Jeongin estaban sonriendo, sin decir palabra alguna.

—Bienvenidos a su Baby Shower —se acercó Seungmin sonriendo—. ¿Qué les parece?

—E-Es hermoso —Chan seguía sorprendido. Jeongin asintió ante las palabras de su esposo.

—¿Tú organizaste esto? —preguntó Jeongin a Seungmin.

—Junto con Jin —Hyunjin se acercó a la pareja, orgulloso del resultado de la fiesta sorpresa.

Y el Baby Shower dio inicio. Los cercanos, que no habían podido ver a la pareja en un tiempo, felicitándolos y preguntando alguna que otra cosa.

—Así que mi hermano está embarazado —dijo serio el hermano de Jeongin, Seunghyub, mirando a Chan.

—Y-yo... —y es que, a Chan, desde que conoce al hermano de su esposo, le ha dado cierto miedo.

—Ya, Hyub, deja tranquilo a Chan —dijo Jeongin mirando con el ceño fruncido a su hermano.

—Solo lo estoy felicitando a mi cuñado —dijo con una sonrisa inocente. Se acercó a Chan y lo abrazó, dándole algunas palmaditas en la espalda, se acercó al odio del rubio y le susurró—. Si me entero que dejas abandonado a mi hermano y mi sobrino, te juro que te castro —su sonrisa se había vuelto tenebrosa para Chan en ese momento—. En fin, felicidades a ambos —la pareja le agradeció, aunque Chan casi en un murmuro.

Lo divertido vino cuando era la hora de los juegos, y el juego que dio inicio a esta sección fue "Cuanto mide la pancita". El juego consistía en que cada invitado debía cortar un trozo de tela del largo que ellos creían que media la pancita de Jeongin. Se formaron en una fila, cada invitado con su trozo de tela. Jeongin era el centro de atención, y se sentía un poco extraño por tanta atención, pero de cualquier forma puso orgulloso a disposición su ya mucho más grande barriguita. Chan en cambio miraba todo mientras comía algunos cupcakes, atento a cada acción de los presentes.

Cada invitado fue rodeando con su trozo de tela la pancita, hasta ahora sin tener éxito alguno. Cuando fue el turno de Hyunjin, este estaba nervioso, pero de cualquier forma rodeo con el trozo de tela, quedando justo al tamaño. Abrió un poco más sus ojos al darse cuenta que lo había logrado.

—¿Lo logré? —Jeongin miró el trozo de tela y asintió—. ¡Lo logré! ¡Tomen eso, imbéciles! —celebró feliz, haciendo algunos bailes raros pero divertidos a la vista de los demás.

El siguiente juego fue "¿Quién es el bebé?", el cual consistía en que cada invitado debía llevar una foto cuando eran bebes, y el que haría tipo MC iría mostrando las fotos, y los demás debían adivinar de quien de todos los presentes era el de la foto. En este juego Jisung fue el que iría tomando las imágenes y mostrándolas. Cada invitado fue intentando adivinar, terminando como ganador Changbin.

El juego siguiente fue "El biberón", donde debían llenar de bebida o jugo unos biberones, y los invitados competían entre ellos a ver quién terminaba antes que los demás. La pareja más competidora sin duda fue Hyunjin y Seungmin, quienes competían entre ellos, intentado hacer perder al otro.

—¡Listo! ¡Lo hice! —gritó Hyunjin, mostrando el biberón que ya estaba vacío. Mientras tanto Seungmin intentaba recuperar el aire.

—Beber de un biberón no es tan fácil como parece —se estiró en una de las sillas cercanas, descansando del juego.

Y el último juego fue el que Jeongin más disfrutó, "En mis zapatos". Consistía en que debían ponerse globos, los cuales estaban lo más hinchados posible, y ponérselo bajo sus camisas, además, debían intentar ponerse sus zapatos sin reventar el globo. Sufrirían una parte de lo que era estar embarazado y tener una enorme barriga que no te dejaba ni ver tus propios pies.

Y ahí estaban los invitados, removiéndose en sus lugares como gusanos intentando poner sus zapatos. Por mientras Jeongin se reía en su asiento cómodo de los presentes.

Chan miraba feliz a su esposo, había pasado un tiempo desde que no escuchaba a Jeongin reír, y es que el omega se solía quejar de que se veía feo con su enorme pancita, llevando a que sonría demasiado en las últimas semanas. Y claro, el alfa estaba ahí para decirle lo hermoso que es el omega las veces que fueran necesarias.

Volvió a la realidad cuando Hyunjin nuevamente celebró su victoria. El alfa castaño se acercó a Jeongin, se agachó a la altura de la pancita del omega y feliz dijo: —Minhonnie, ¿escuchaste eso? Yo gané, tu tío favorito es todo un ganador —le guiñó, incluso sabiendo que el bebé podía estar durmiendo plácidamente sin escuchar las palabras del alfa. Jeongin rodó los ojos, y Chan rio.

Cuando la fiesta acabó, cada invitado se llevó el recuerdito que le correspondía. Y Jeonghan, el fotógrafo, se acercó a la pareja para decirle que pronto tendría las fotos reveladas y se las entregaría en un mini álbum donde estarían todas las fotos que había tomado.

El Baby Shower hizo que Jeongin recordara lo poco que faltaba para que Minho estuviera entre sus brazos, y realmente le asustaba.