¡no es lo que parece!

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-Nada que te incumba,- respondía el pelinegro con algo de frialdad. La misma presencia de esa chica le generaba asco, no sabia porque, pero su voz, su cara, su mirada, su presencia le molestaba.

-Oye~ No seas así conmigo, ¿que te hice?- esta hizo un puchero.

Y así tuvo que estar Itachi, soportando un bombardeo de preguntas de parte de la omega. el solo quería ir a abrazar, mimar, besar, hacer suyo a ese rubio que tanto quería.

Por otro lado...

-Supongo que entraremos por la ventana.- dijo Deidara con los hombros levantados.

-Pues si, no queda de otra.- Afirmo Sasori

-Entra tu primero Deidara, después de todo a ti te llamaron.

Deidara soltó un suspiro- Bien..- este se acerco a la ventana cuando ya tenia la mitad de su cuerpo adentro comenzó a escuchar gritos nada agradables.

-¡UN LADRÓN! ¡ESTÁN ROBANDO!- Una señora de avanzada edad se encontraba gritando desesperada frente a su casa al ver a los omegas

-¡NO! ¡NO ES LO QUE PARECE!- Gritaba Kakashi.

-¿Que pasa? abuela porque gritas, que pasa.-este se refregaba un ojo, Sasori se sonrojo levemente o eso quería creer, sentía que su cara ardía, ver a ese peliverde con una camisa grande y en bóxer lo volvía loco, su figura trabajada, pero no de forma exagerada, esa piel clara y lechosa, sus ojos algo dormidos, pero hermosos, esos hermosos ojos algo amarillentos que se combinaron con una sonrisa cuando vio a Sasori, pero volvio a la realidad por un grito de su abuela.

- ¡Y MIRA NOMAS, EL NIÑITO QUE TE GUSTA ESTA AHÍ! ESCUCHA PELIRROJO.

el corazón de Sasori comenzó a latir a mil por hora ¿acaso su amor era correspondido?

-Abuela basta, ven adentro, no te puedes alterar, hay que cuidar tu presión.

-si, voy a entrar, PERO A LLAMAR

-Abuelaa- Comenzó a seguir a esta. Y los menores se metieron hacia dentro de la casa.

-Pff, que vieja metiche.

-¡DEI!- lo retaba el Hatake.

Los omegas admiraron la casa, de la parte de afuera se veía una casa humilde y de la parte de adentro se veía una casa impecable.

Todo era charla y risa hasta que vieron unas luces rojas y azules reflejarse en la pared.

-No me jodas...

Los menores salieron hacia afuera y al ver qué los llamaron levantaron las manos.

-Esto no es lo que parece, nosotros solo...

No los dejaron y los cargaron en el móvil, antes de darse cuenta ya estaban en ese lugar frío, aún sin rejas.

-Tsk, lo que faltaba intento ayudar y mira como terminó...-Expresaba el rubio

Por otro lado un pelinegro terminaba su turno.

-¿Quieres ir a tomar algo?-Preguntaba la morocha.

-Kimara, ¿De verdad? Son las seis de la mañana.

-Uhg, per- Una llamada le entró al pelinegro.

-dei, ¿Que paso?

- estoy en la comisaría, ¿puedes venir a testificar que NO ESTABA ROBANDO?

-Eh, si, enseguida.- Corto la llamaba y salió "más rápido que la luz"

-Oye, ¿que pasa?- no recibió respuesta.

Señor oficial -obikaka-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora