Capítulo I

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Amor, ese sentimiento genuino descrito por palabras como ese afecto especial entre las personas.

Expresandose mediante el contacto.

La intimidad...el deseo de dar y de recibir, de compartir y creer en el otro.

Pero... ¿acaso este sentimiento tendrá expiración? Y si la tuviera.. ¿Qué tan largo seria?..

Los pensamientos en busca de respuestas eran producto de la mente del famoso capitán de caballería, Kaeya Alberich.

Sumergido en sus pensamientos, caminaba por la desolada ciudad antes de la media noche, el cielo cubierto por nubes que tapaban las estrellas hacían el conjunto perfecto al lado del frio viento que lo acompañaba esa solitaria noche.

Si no fuese por una risilla conocida, escuchada por el peliazul, mirando a su alrededor y encontrándose con unos ojos de color verde que lo miraban con regocijo.

"Oh, venti, eres tú, por un momento me asustaste, ¿Qué te trae por aquí?"

La pregunta de Kaeya se escuchaba apagada, careciendo de ese carácter que tanto destacaba al capitán.

"Pues hoy no te vi por la taberna, lo cual se me hizo raro por lo que vine buscarte para ver que no te haya pasado nada, hehe"

Empezando una charla con el de tez morena mientras caminaban tranquilamente por la ciudad.

"Vamos Venti, no soy un niño pequeño del que tienes que cuidar, es solo que hoy tengo que hacer guardia nocturna y no me puedo emborrachar"

Era obvio para Venti que esa solo era una excusa, sabía perfectamente que el dichoso capitán no se emborrachaba tan fácil, por lo que tomar un poco no mostraba ningún peligro.

"¿Sabías que Diluc está hoy atendiendo en la taberna?"

"Eh.. No, no lo sabía.. Igual, debe ser un alivio para Diluc no tener que verme ahí hoy.."

Entonces eso era lo que tenía a Kaeya tan desanimado, usualmente cuando Diluc trabaja en la taberna solía quedarse hasta que el turno del pelirrojo acabase, por lo que ir no era una opción fiable si el capitán quería cumplir con su deber.

"Oh, ¡vamos! ¡Has estado enamorado de el por más de 4 años!"

Es cierto que llevaba un buen tiempo enamorado del pelirrojo, pero eso no ocultaba el hecho de que por más que lo intentara, ese tipo de situación nunca se daría entre ellos dos.

"¿Quién sabe? Tal vez hoy no se encuentre de humor"

Venti que ya sentía lastima por su amigo, pero recordó algo... especial que tenía para él.

"¡Kaeya! Se me olvidaba, tengo un regalo para ti, toma"

Una botella aparecio de su bata y se la entregó al capitán sin más, teniendo un moño rojo amarrado alrededor y una etiqueta que decía el contenido dentro de esta.

"¿Jugo de uvas? Vamos Venti, sabes que no me gusta"

"No es para ti, tontito, es para Diluc, piénsalo, tu, el, los últimos en la taberna, sacas la botella y le dices 'Conseguí un fantástico jugo de uvas, ¿te gustaría probarlo conmigo?', toman un par de copas y listo, ya tienes una cita."

Kaeluc - Solo..quédate aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora