Un Descanso en The Revenge

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A la sorpresa de Edward, la cafeteria no sólo era de un piso, si no de dos, y en la parte de arriba eran únicamente libros, ¿Era eso una chimenea?

-Como puedes ver, en su mayoría son libros, es el tema principal de este lugar, además de los piratas, por supuesto- Stede camino hacia un estante y acaricio con cariño los libros a su lado.

Ed comenzó a recorrer el lugar, estantes alguna que otra decoración y algunos sillones, una biblioteca pequeña.

-¿Y los leíste todos?

-Muchas veces, por supuesto en su mayoría son novelas clásicas, por supuesto todos estos son mis favoritos.

Ed sonrió ligeramente y siguió caminando por el pasillo, más y más libros a la vista, tanto fue la concentración que el café solo estaba en sus manos, lo que era una pena porque no estaba nada mal a su parecer.

Stede tomo un libro que se encontraba fuera de lugar, y al acomodarlo habló nuevamente.

- Si no le molesta mi pregunta ¿Trabaja para la empresa que se encuentra cerca de aquí?

-¿uh? Oh podria decirse que si, no lo habia pensado así, creo que trabaje lo suficiente, demasiado quizás.

Y por supuesto, siendo el dueño se pensaría que el trabajo disminuye, y así es, aunque a la vista de Ed es como si fuera un empleado más de una imagen invisible de el.

-¿Es difícil trabajar en ese lugar? Dicen que su jefe es terrorífico, muchos incluso lo llaman barbanegra.

Ed rio ligeramente, conocía ese apodo, el ser llamado barbanegra no le molestaba en absoluto, graciosamente el nombre nacio por una noche de copas entre colegas de trabajo, Izzy le había llamado asi al comparar su barba por un libro que recientemente habia leido sobre barbanegra.

Por supuesto con el pasar de los años la barba de Ed hace mucho que dejó de ser negra, ahora tenia más tonos grisáceos a la vista, y ni hablar de su cabello.

- No lo vería como difícil ¿has oído algo malo?

Stede levantó los hombros y suspiró.

-Tengo experiencia sobre ese tipo de empresas, no siempre fui dueño de una cafetería, aunque sinceramente la vida de empresario no era mi estilo, prácticamente estoy jubilado.

-¿Jubilación? No suena mal, para ser sincero estoy pensando en dejarlo todo, puede ser un poco agotador.

Ed suspiró, le dio un ligero sorbo a su café y se sentó en un sillón que estaba cerca.

-¿Alguna vez te sentiste atrapado? ¿Cómo si estuvieras flotando en el agua a la espera de ahogarte?

- Si, muchas veces me sentí de ese modo.

El silencio perduró por varios segundos cuando en el piso de abajo la puerta se abrió estrepitosamente.

-¡Edward!

Ed rodó los ojos, ¿Qué necesitaba Izzy en ese momento? Volvió a tomar de su café y miro a Stede quien lo observaba curioso.

-¿Ese es Barbanegra?

-¿Qué? No, yo soy Barbanegra

Stede sorprendido abrió los ojos, siguió mirando a Edward, quien de sus labios solo habia sonado un ligero "shh" a lo que Stede solamente asintió.

Pasaron unos minutos en donde Ed solo miraba a Stede y Stede lo miraba a él.

Cuando escucharon que la puerta volvió a cerrarse, ambos suspiraron y volvieron a respirar tranquilamente.

-Lamento eso, Izz suele ser algo excesivo con mi presencia en el trabajo.

-Entiendo, aunque me parece extraño sabiendo que eres el dueño de la empresa.

- No amigo, practicamente solo tengo una parte de la empresa, lo único que hago es firmar papeles, cuando tenemos que ir a esas juntas aburridas las personas ni siquiera necesitan que esté, Barbanegra siempre gana, no puede fallar, ni siquiera es un desafío, todos los acuerdos que tengo que hacer siempre es fácil, me conocen, y conocen como es el trabajo.

Volvió a tomar de su café y continuó

- Todo esto se volvió jodidamente aburrido, ¿sabes cuantas personas tienen algo original? Es imposible. Pero aquí estas con tu cafeteria extraña, esa iluminación rara, los empleados únicos y este café, enserio ¿Quién tiene una chimenea con miles de libros? ¡Eso es un exceso! Eres un maldito lunático, y me gusta

Stede se había sonrojado, río ligeramente y se sentó al lado de Ed.

-Puede que suene genial, pero yo siendo alguien que se retiró de ese tipo de vida me hubiera gustado ser como tú, aunque sea por un momento.

Ed suspiró y negó con la cabeza divertido, sin embargo cuando iba a volver a hablar su teléfono resono por el lugar.

Cuando contestó no le sorprendió en nada la voz de Izz en el teléfono.

-¡Regresa de una maldita vez!

Y colgó.

Con molestia se levantó, no quería, por supuesto que no, ese sillón era tan horriblemente cómodo que podría dormir en cualquier segundo.

-¿Tienes que irte?- Stede también se había levantado, observaba a Ed con una ligera tristeza.

- Lo siento amigo, cosas de la empresa, nunca puedo alejarme por unos malditos minutos.

Volvieron a mirarse, ninguno de los dos sabia que decir, o eso pensaba Ed cuando Stede comenzó a hablar.

-Si no te molesta, hay un bar cerca de aquí, seguramente lo conoces, Spanish Jackie es una cliente frecuente de por aquí y nos invitó al evento de esta noche, tal vez... ¿Te gustaría acompañarme?

Por instinto Ed respondería que no, no llevaba casi nada de tiempo en conocerlo, pero así como este establecimiento, Stede le intrigaba.

Sonrió y finalmente respondió.

- Te veré ahí compañero.

Bajo las escaleras con calma, el que Izzy estuviera molesto le daba igual, siempre era la misma rutina de todos modos.

Cuando llegó al último escalón el ambiente no habia cambiado, Lucius se encontraba tomando un café observando su teléfono, pero cuando notó que Ed se encontraba abajo lo miro con picardía guiñandole un ojo.

- No muchos clientes tienen el privilegio de ir arriba, es el lugar favorito de el capitán, considerate afortunado.

Ed solo lo observo, ignorando el leve rubor que aparecía poco a poco por su rostro, negó y salió del lugar, no sin antes escuchar por parte de Lucius obviamente.

-¡Espero regrese pronto! ¡Gracias por su visita!