Día de gim..

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Me acuerdo perfectamente de ese día, lo recuerdo con claridad...
Recuerdo despertar a las 7.00 a.m., desnudarme, encender el agua de la bañera y empezar a enjabonarme, recuerdo muy bien que hacía mucho tiempo que no sentía placer, así que mientras me enjabonaba empecé a frotar mi clítoris, y introducirme los dedos corazón y anular dentro, el máximo que entraba en mi vagina, tenia que complacer mis deseos más primarios, decidí tumbarme en la bañera, y mientras tenía una pierna dentro y una fuera, cada vez los introducía más y más rápido, no podía parar de gemir, hacía tanto tiempo que no sentía esa sensación, a los pocos minutos, no me pude evitar venir, hasta después de hacerlo sentía como si me faltase el aire...
Cuando ya había recobrado el aliento salí de la bañera, me sequé, me vestí con unas mallas apretadas, y un jersey a conjunto, que me marcaba todo el escote, y salí corriendo de casa para ir al gym.
Mis pechos se me salían del sujetador mientras estaba de camino, al llegar ya eran casi las nueve, me coloqué el pecho bien, y me decidí a entrar.
Justamente ese día, un amigo fue al mismo gimnasio al que yo iba, lo cual me sorprendió, ya que yo nunca lo había visto en uno, al ser su primer día, decidí ayudarlo enseñándole las máquinas, como funcionaban, haciendo ejercicio juntitos...
Le dije de empezar haciendo unas sentadillas con unas pesas en los hombros, lo cual a él no pareció disgustarle ya que aceptó sin pensarlo dos veces, pero con la condición de que yo me pondría delante de él y lo haría primero, a lo que yo no tuve nada que objetar...
Empecé yo con las sentadillas, el se quedó detrás de mí, hice un par, y luego me giré y de dije...
-¿Has visto como se haces?
A lo que él parecía estar embobado, y yo bajando la mirada, de sus ojos a su entrepierna, el llevaba unos pantaloncitos apretados, así que se le marcaba la erección que le habían provocado mis sentadillas...
Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza en ese momento, pero decidí hacer caso omiso a los más depravados y seguir con las sentadillas...
A cada sentadillas que yo hacía, el bulto era mayor, eso me daba curiosidad, saber hasta dónde podía crecer, así que después de unas pocas sentadillas más, le propuse hacer yoga y que él fuera mi pareja, para que me ayudara con las posturas, el me miró, seguía embobado, y me dijo que si, lo cual a mi me daba mucha gracia y excitación, ver en sus ojos y su pantalón los deseos que tenía hacia mí, empezamos con una postura normal, pero que yo sabía que a él le excitaría, y mucho, porque tendría una excelente vista de mi culito, creo que se me marcaba un poco el tanguita, él parecía encantado, a medida que yo me iba agachado, el cada vez estaba más cerca de mí, de repente, empecé a notar el bulto de su entrepierna tocar mi culo, me acuerdo de que estaba súper duro, de repente el me agarró de la cintura y se empezó a restregarse en mi, yo ya no lo aguante más, lo aparté, le cogí la mano y me lo llevé a los vestidores del gimnasio...
Una vez allí, tome el relevo, lo empujé encima de un banco que había, poco a poco le quité sus pantalones, y los míos obviamente, me senté encima de él, frente a frente, y empecé a restregar mi tanguita con sus calzoncillos, mientras le pasaba mis pechos en su cara, él con una mano agarraba mi culo, y con la otra me bajaba el escote, sacándome un seno a fuera y lamiéndolo, empezó a mordisquear levemente mi pezón, mi nivel de excitación estaba muy elevado, empezó a besarme el cuello, lo cual me excitó más aún, no podía parar de gemir, me levanté un poco, ya me había cansado de eso, saque su miembro al aire y aparte un poco mi tanguita, yo estaba completamente decidida a hacerlo mío fuera como fuera, empecé a insertar su miembro dentro de mí, poco a poco, acompañado de mi movimiento sensual de caderas, cada vez gemía más y más, lo necesitaba, era tal mi nivel de excitación que no pude evitar venirme en poco tiempo, pero me di cuenta de que a él aún le faltaba un poco, así que seguí moviendo mis caderas, haciendo que su miembro me penetrara cada vez más y más rápido, el seguía agarrándome el culo con sus manos grandes y fuertes, y mordisqueando mi pezón, de repente empecé a bajar la velocidad, me estaba dando cuenta de que el se iba a correr, mire su cara, estaba babeando, su expresión dejaba más que claro su deseo hacia mí, estaba tan y tan excitada que no pude evitar venirme otra vez, pero esta vez con el...
Los dos estábamos jadeando, por todo lo que acababa de pasar...
Entró alguien en el vestidor en el que estábamos, me puse rápido de pie, le cogí de la mano y me lo lleve dentro en las duchas, el me miró de arriba a abajo, empezando a ser consciente de lo que acababa de pasar, pero al verme a mi, semidesnuda, con un pecho afuera y en un espacio tan reducido, se volvió a excitar, yo no me lo podía ni creer, encendí el grifo, para lavarme un poco, pero el empezó a besarme nuevamente en el cuello, parecía saber que ese era mi punto débil, me quedé pensando un rato, en lo injusto que era que yo me hubiese venido dos veces, pero el solo se hubiese corrido una, así que me arrodillé delante de él, el agua seguía cayendo encima de mi, dejándome completamente mojada, me decidí a lamerle levemente la puntita, pero acabé metiéndola enterita en mi boca, sabía tan rico, aún que tenía que sacarla a cada rato para poder respirar, ya que no podía más de lo grande que era, cada vez lo hacía más rápido, noté que él daba un paso atrás, y se apoyaba en la pared, el miembro salió de mi boca, y empezó a chorrear un líquido blanco y dulce, ese líquido tan rico llamado semen, yo abrí mi boca para que entrara dentro, pero la mayoría salió disparado hacia mi cara, lo poco que cayó en mi boca acabe tragándomelo, no lo pude evitar...
Después de todo eso, acabé por salir de la ducha, y metiéndome en la de al lado, para limpiarme toda, el se quedo en la que estaba...
Yo salí un poco antes que él, me vestí y deje su mochila colgando en la puerta de su ducha con una nota que decía...
-Esto que ha pasado, no se si ha sido porque me gustas un poco o por el calentón del momento, pero lo que si se es que quiero repetirlo una y mil veces, pero solo contigo.♡
Llámame cuando quieras, ya tienes mi número...
Y me fui, en ese momento no podía ni mirarlo a la cara, él al día siguiente, después de asimilar lo que había pasado, me llamó, quedamos varias veces más para ir al gimnasio, y en cada una de ellas repetimos lo que había sucedido anteriormente...
Aún no se que somos, novios, amigos con derecho, personas conocidas que tienen sexo entre sí...
Lo único que es que me encanta, y lo aprovechare mientras dure.

MORBO Y SEXUALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora