En la cama de mis padres...

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Ese día me había quedado sola en casa, estaba muy aburrida, no sabia que hacer, así que llamé a 4 amigos para pasar el rato, al estar yo sola, nadie nos molestaría...
Cuando llegaron a mi casa, enseguida nos pusimos a pensar con que clase de juego podríamos pasar el rato, empezamos jugando a "preguntas incomodas", allí se desvelaron muchos secretos íntimos que todos teníamos, y así descubrí, que uno de mis amigos, estaba enamorado de mi, eso me emocionó mucho, ya que yo también estaba enamorada de el, pero eso era un secreto que no tenía pensado desvelar, de momento...
Seguimos jugando un rato mas, hasta que decidimos cambiar de juego, y empezar a jugar al "yo nunca", pero claro, en ese juego siempre hay un castigo, y esa vez, el castigo fue quitarse la ropa cuando si hubiésemos hecho algo, nada más empezar, ya tuve que quitarme los zapatos, 3 minutos después los calcetines, a los 5 minutos el jersey, luego los pantalones, una amiga que tenía al lado, ya solo le quedaban las bragas, así que decidimos parar el juego...
Mi amiga se volvió a poner el sujetador, los chicos se quedaban todo el rato mirándola, todos menos el, el solo tenía ojos para mi, no paraba de mirarme de arriba a abajo, yo solo iba con unas braguitas y un sujetador a conjunto, parecía que me lo quisiera quitar con la mirada...
Nos quedamos todos en ropa interior, y el seguía mirándome solo a mi, mi amiga, la que se había quedado solo con las braguitas anteriormente, nos propuso de jugar a "el juego de la botella", yo me levanté del suelo, al principio yo no quería jugar, pero el me agarró del brazo y me dijo...
-Hazlo por favor, será divertido, y si tu no juegas, yo tampoco lo haré...
Me quedé un poco sorprendida la verdad, pero si era el quien me lo pedía, no se lo podía negar, así que acepté, aún que me daba mucha vergüenza, ya que todos habíamos en ropa interior...
Primero giró la botella mi amiga, porque la idea había sido suya, y le tocó besarme a mí, los chicos parecían tontos, estaban embobados con el espectáculo, luego giré la botella yo, y me tocó besar a un chico, el cual estaba justo al lado de quien yo realmente quería besar, eso me dio mucha rabia, y creo que a el también, porque pasó de tener una sonrisa dibujada en esos labios tan bonitos, a estar todo el rato con el ceño fruncido...
Después de varias rondas, por fin había tocado que el me besara a mi, ese beso no fue como los demás, los otros habían sido picos que no duraron ni un segundo, pero ese, mínimo duro 5, y no negaré que puede que hubiese un poco de lengua, pero no pude evitarlo, esos labios, llevaba mucho tiempo queriéndolos probar, eran más suaves de lo que me esperaba, mientras me besaba, el me agarraba la cabeza, como si quisiera que ese beso no terminara nunca, y ha decir verdad, yo tampoco quería que lo hiciese...
Pasamos el rato, mis padres no venían hasta el día siguiente, así que se quedaron todos a dormir a mi casa yo me quedé la cama de mis padres, a mi amiga se quedó mi cuarto, dos de los tres chicos durmieron en una cama plegable, y al chico que yo quería, le tocó dormir en el sofá...
Todos nos fuimos a dormir, de repente, a las 3 a.m., el vino al cuarto de mis padres y cerró la puerta despacito, para no despertarme, noté una mano, acariciando mi pelo y una voz que me decía...
-Necesito volver a probar tus labios, ese beso me encantó...
Abrí lentamente los ojos, y lo vi a el, delante de mi, el sin pensarlo dos veces me empezó a besar, pensé más de una vez en darle un empujón, pero no podía, eso era lo que siempre había deseado, y no lo iba ha echar todo a perder...
Empezó a bajar sus besos por mi cuello, y bajando, cuando llego a mis pechos, empezó a masajearlos, besarlos, hasta mordió levemente mis pezones, se me iban escapando gemidos, no podía controlarlo, tenía miedo de que uno de mis amigos se despertara, así que tapaba mi boca con mi mano, pero los gemidos se me iban escapando igual...
Siguió bajando por mi abdomen, dando besos dulces y delicados, bajó más y más, hasta llegar a mi vagina, empezó besando mis labios mayores, poco a poco introdujo su lengua a mis labios menores, pasó su lengua de arriba a abajo, yo estaba muy excitada, se me iban escapando leves gemidos, empezó a lamer la puntita de mi clítoris, suavemente, despacito, y cada vez iba más y más rápido, y mientras yo, del placer que me daba, mientras con una mano tapaba mi boca para que no se oyeran los gemidos, con la otra apretaba las sabanas, el seguía lamiendo más y más, metiendo su lengua hasta lo más hondo de mí, cuando yo estaba mojada a más no poder, dejó de lamer, se quitó los calzoncillos, se puso encima de mi, yo notaba todo su miembro, frotando mi clítoris, cada vez eran más los gemidos que tenía que intentar callar, lo que también era más era el placer que yo sentía, con cuidado empezó a introducir  su miembro dentro de mi, me dolía un poco, ya no podía aguantar más mis gemidos, y el me empezó a besar, nunca había experimentado un placer parecido, todo su miembro estaba dentro de mi, me estremecía del placer, los gemidos de cada uno, estaban en la boca del otro, el la iba introduciendo más y más rápido, yo decía su nombre, el decía el mío, nuestros cuerpos se fundían en uno, yo no pude aguantar más, el placer era demasiado, así que mientras le mordía levemente el labio inferior no pude evitar venirme, pero el seguía y seguía, más rápido aún, dejo de besarme, agarró mi culo con sus manos fuertes, de repente, empezó a bajar la velocidad, sacó su miembro de dentro de mí diciéndome que se iba a correr, así que yo, tumbada en la cama, lo miré y le dije...
-Córrete encima de mi, quiero sentir eso, si no lo puedes hacer dentro, al menos hazlo fuera...
El se tocó  muy poco, y finalmente, acabó por correrse encima de mi, su semen, llegaba hasta mi pecho, y un poquito de él hasta mi boca, el cual me tragué sin pensarlo, yo estaba toda llena  de su semen, no podía ni hablar, casi no podía ni respirar, nuestros gemidos, despertaron a nuestros amigos, el se escondió rápidamente debajo de la cama, yo me tapé con las sábanas, los otros abrieron la puerta, preguntándome que si estaba bien, yo no podía hablar, así que decidí asentir con la cabeza...
El mientras debajo de la cama, paralizado, reflexionando por lo que acababa de pasar.
Cuando mis amigos de fueron, el salió de debajo de la cama, se acercó  a mi oído y me dijo susurrando...
-Lo siento, no me pude controlar, me pones demasiado, y yo no dejo pasar las oportunidades...
Después de decirme eso, salió de la habitación y se dirigió de nuevo al sofá, creo que mis amigos no se enteraron de lo que pasó, pero siempre me quedaré con esa duda...
A los pocos días, ese chico y yo empezamos a salir, ahora ya llevamos 2 meses y medio de relación, sé que esta relación va a durar mucho tiempo, y que nunca nos olvidaremos de cómo fue nuestra primera vez.

MORBO Y SEXUALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora