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Part. 1
Nothing ever lasts forever
Desde pequeño sintió que había sido abandonado por la luz y la esperanza, le pasaban cosas que aun chico como él deberían haberle pasado tal vez en su vida pasada era malo y los dioses lo estaban castigando en su re carnación pero... ¿Qué culpa tenia? Recuerda haber sido bueno en todo y al final nunca era recompensado, ahora solo moría de hambre y hacia lo posible para traer pan a la mesa.
Esta en azotea de un edificio abandonado, fumando un cigarro mientras admiraba las luces de los edificios gigantes que estaban en la ciudad, el aire le movía sus cabellos de un lado a otro y el frio de este ni parecía calarle.
Escucho unos pasos cercanos a él piensa que puede ser un vagabundo pero al girarse se encuentra a una chica, a su amiga. —Sabía que estabas aquí—dice ella con una sonrisa, en sus manos sostenía una pequeña bolsa de plástico blanca. —Traigo algo de comer.
—S-Sora ¿Qué haces aquí? Es peligroso que andes sola por estos lugares—el de cabellos naranjas va hacia ella tomándola de los hombros. —tu madre me mataría si te pasa algo.
La sonrisa cálida de la chica no se desvanece sigue ahí algo que enternece al joven—Estuve buscándote en tu casa, pero no te encontré y supuse que estabas aquí. —le responde. —traje algo de comer.
Este revuelve los cabellos de la chica en gesto de ternura: —te he dicho que no me des de comer—le dice con un tono molesto, suelta un suspiro sabe que no va hacerla cambiar de opinión—bueno ¿Qué trajiste de comer?
Ella le cuenta mientras saca refrigerio de la bolsa, algo de ramen, onigiris, pastelillos para Denji era un banquete y estaba dispuesto a comer. Como puede enciende una pequeña fogata para alumbrarlos, se sientan alrededor de aquel cálido fuego y comienzan a degustar sus alimentos mientras toman una charla de como a Sora le había ido en la escuela.
Denji no se sintió solo esta vez, a su lado estaba la chica que siempre quiso desde que eran niños y por accidentes dejaron verse por la negación de sus padres pero a pesar de ello, ella estaba ahí buscándolo para estar con él si importar que la regañese, a veces él se preguntaba si Sora estaba enamorada de el por tantas reglas que rompía hacia sus padres o simplemente le gustaba con el por qué a lo mejor era un hermano para ella.
Pero algo si estaba seguro, que esa chica de cabellos rosados y mirada alegre la tenía enamorado.
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