Capítulo 3

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— Díselo a las ranas

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— Díselo a las ranas.

Temporada 1.

Era un día nuevo, el primer día que no tenia aquellas pesadillas, donde dormía las horas correspondientes seguidas. Donde posiblemente había babeado y soñado bien. Ahora tenia una tienda para ella sola, ya que dejaría a Carl dormir con sus padres. No estaba lejos de su tienda pero tampoco tan cerca. Unos golpes en el costado de su carpa la hizo levantarse de una, masajeo sus ojos y se dispuso a salir, colocando su pistola en su cinturón.

— Buen día, Ruth. – La saludó su padre con una sonrisa. Era una sensación que nunca pensó tener, despertarse y ver a su padre ahí.

— Buen día.  – Le respondió mientras tomaba la manzana que le ofrecía. Le dio un mordisco a la vez que seguía detrás a su padre.  Este se acercó a Carol, no escuchó lo que hablaban ya que había seguido de largo, observando como Carl se alejaba junto a Sophia.  Shane apareció en su auto, estacionando cerca de ella.

— Aquí hay agua. No se olviden de hervirla. – Ruth se acercó ayudando a Andrea a bajar los tanques. 

— ¿Puedes con eso? – Le preguntó mientras lo llevaba para hervir. Amy asintió con una sonrisa, la chica dejo el tanque y se alejó.  Estaba aburrida, quería ir a cazar o ir a ver a Daryl, pero seguía enojada con el. 

—¡Mamá! – Se escuchó el grito de Carl, junto al de Sophia. Ruth comenzó a correr hasta donde provenían el caos. Todo el campamento corría detrás de ella, se alivió a ver a los dos menores correr hacia los grandes. Ella siguió corriendo hasta donde se supone que estaba el caminante. Frenó rápidamente al verlo agachado comiendo de un ciervo. Su padre se puso adelante de ella para protegerla y luego los demás hombres se pusieron al rededor. Ruth apuntó al caminante, no iba a disparar por qué iba llamar a los demás. Comenzaron a golpearlo con los palos hasta que Dale le cortó la cabeza.

— Es el primero que viene por aquí. – Habló el anciano.

— Nunca habían llegado tan arriba de la montaña. – Dijo Ruth, mirando a Glenn.

— Bueno, en la cuidad se les acaba el alimento, por eso. – Luego de un rato, se comenzó a escuchar movimiento por el bosque. Todos se alistaron para atacar, pero luego de un rato bajaron sus armas al notar a Daryl acercarse.

— Hijo de perra. ¡Es mi venado! – Gritó con furia. – Miralo. Todo roído por este... mugriento, portador de enfermedades. – Comenzó a golpear al cadáver.

—Cálmate, hijo. Eso no ayuda.

— ¿Y tu que sabes anciano? — Daryl se acercó enojado a Dale. – ¿Por qué no tomas ese sombrero estúpido y regresas a... – Ruth se interpuso entre ellos dos, mirándolo con enojo.

𝘞𝘈𝘓𝘒𝘌𝘙 𝘉𝘓𝘖𝘖𝘋 - DARYL DIXON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora