La mujer con ojos de chocolate

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Me levanté otro día más, soñé de nuevo con el molesto recuerdo de la fiesta de Julián, aquella fiesta de graduación fue un desastre incluso para los pocos invitados que éramos, fue la tercera vez que soñaba al respecto y me extrañaba bastante.

Las cosas eran muy distintas hoy en día, la secundaria había quedado años atrás en el pasado. ¿Por qué volvería a soñar con ello? Después de mi sesión diaria de no hacer nada después de levantarme, recogí mi mochila, y tomé el bus que me lleva la universidad a otro aburrido día más, donde me cuestiono diariamente mi decisión de haberme metido a estudiar contaduría.

Pero algo raro comenzó en medio de la lección de "Patrimonios"; Cis me mandó mensaje. "Hey, ¿cómo has estado? necesito decirte algo que quizás te interese", no tenía el tiempo ni las ganas para contestarle, por lo que sólo lo ignoré y continué, ya llevaba rato intentándome promocionar su firma de arquitectos y solía hablarme solamente para eso, no volvería a caer.

Saliendo de la Universidad, charlé un poco con un amigo de aquí llamado Uriel, mientras fumábamos un cigarro mentolado, mi rutina diaria era hablar con él después de clases en las afueras de la facultad, allí en un pequeño parque, siempre nos sentamos en unas banco metálico de cara al kiosko, al centro del parque.

—Es un jodido dolor de cabeza estar aquí, diario estudio la única materia que odio: matemáticas, cada día me arrepiento más de haberme dejado llevar por la ilusión del dinero fácil. Para rematar, no hablo con ni una alma, —dije poco después de desprender las cenizas de mi cigarro al embarrarlo ligeramente sobre el descansabrazos del banco, metiéndolo a mi boca para volver a aspirar ese dulce "aire" que me tranquiliza por 5 breves segundos, antes que me consuma de nuevo el deseo de volver a prender el cigarrillo.

—¿Y yo no cuento o qué onda? Respondió Diego, en un tono, falsamente ofendido.

—No, hermanito, ¡tú ya vendiste tu alma a tu chica!—Lo había dicho de broma, aunque de inmediato me consumió un poco la culpa.

—Bueno, pero al menos esa alma que me quiere—Respondió, en un tono que sólo podría describirse como pasivo-agresivo.

—¿Y de qué te sirve, si tú no quieres a esa alma?

—Para no estar solo como tú. —respondió, con un tono notablemente molesto, apagó con fuerza su cigarro y lo tiró al piso, mirando al otro lado mientras suspiró,—Porque si no me vas a apoyar en lo mío con Ángel, por mí puedes irte a la mierda mejor.

Dio media vuelta y se fue sin decir nada más, era común discutir de esa forma para nosotros, pero como no hablábamos con más gente, naturalmente volvíamos a hablar como si no hubiera pasado nada al siguiente día, así que decidí tomar el bus y regresar a casa, donde mi madre me esperaba para comenzar a trabajar junto a ella en el restaurante de la colonia.

Ví entonces a una mujer arreglada, de cabello negro y un corto vestido rojo con detalles brillosos, sentarse en las mesas exteriores de nuestro restaurante, con un rostro extrañamente familiar, hasta que finalmente pude reconocerlo, era Emily, después de todo lo que había acontecido entre nosotros, decidí proceder con mi libreta en mano como si fuera una clienta más.

—¿Puedo tomar su orden?

—Sí, por favor, quisiera el especial de pollo de la casa, por favor, una limonada, y... —En aquel momento, Emily habría dejado de ver su menú para voltearme a ver —espera, ¿ Axel?

—No conozco a ningún Axel, señorita.—Respondí, rezando que no me reconociera, aunque por lo naturalmente incómodo que me hacía sentir esta situación probablemente pudiera reconocer mi negación

—La voz te delata, querido ¿qué tal? ¿cómo has estado?— Insistió, a este punto, seguir negándolo me habría hecho parecer un imbécil, por lo que solté la sopa

—Me atrapaste, y en mal momento, como puedes ver estoy trabajando, así que permíteme traerte tu orden ¿sí?—Acto seguido, cerré la libreta y me marché

Enseguida, fuí a la cocina a dejar allí el papel de la orden, al momento de entrar, los pensamientos sobre romper el hielo y preguntarle sobre su vida me intriga, pero tampoco es fácil para mí acercarme, las cosas entre Emily y yo nunca volvieron a ser lo mismo desde que empezó su noviazgo con Julián. No dije mucho y simplemente me alejé de ella, no le dije ni el porqué, no le dí razones, sólo la evité cada vez que la cruzaba hasta la graduación, como si no existiera. Sintiéndome culpable por haberme desaparecido tan misteriosamente de su vida, decidí escribir mi número de teléfono sobre una hoja de papel pequeña y la guardé en mi bolsillo

Atendí a unos cuántos clientes más, nada fuera de lo normal, más que un señor molesto por un pedido equivocado, hasta que finalmente, la cocina habría preparado el plato de Emily, dejé la hoja sobre el plato y le serví su comida.

—Su orden, señorita.

—Mis sinceros agradecimientos, licenciado.—Respondió, en tono sarcástico, tras ver la nota que le había dejado.—Espero no haya ningún inconveniente con ordenar postre

Emily comenzó a comer, y yo seguí trabajando por un rato, al pasar algunos minutos, me hizo la típica mirada del cliente que no sabe cómo pedirte que vengas y acudí con ella, mientras sacaba de nuevo mi libreta para apuntar.

—La comida aquí está muy buena, de verdad muchas gracias, ¿podría darme la cuenta por favor?

—En seguida, señorita, pero disculpe, si mal no recuerdo ¿Usted quería postre?

—Ese ya lo ordenaré a domicilio—Respondió, guiñándome el ojo mientras tomaba la nota que le dejé.

—Okay, de momento, serían 14 dólares con 50 centavos, por favor.— Repliqué, realmente me era difícil responder al coqueteo de la misma forma que antes, se me dificultaba el simple acto de confiar en alguien, y por ende, querer...

Notablemente molesta, dejó el dinero en la mesa, y sin propina, para rematar, para abandonar el lugar sin decir ni una palabra. Poco después terminé mi jornada sin mucho más percances, tomé una ducha, y justo mientras me arropaba para dormir, mi celular empieza a zonar, era Emily.











Edit: Sí, han pasado 7 añotes desde el último cap de Highschool, es la primera "obra" que escribí, que nunca tuvo realmente una conclusión, cosa que no me gustaba, pero tampoco me gustó del todo la forma tan obvia en la que plasmaba mi vida sobre la historia, por lo que hacer un "años después" era la oportunidad perfecta para hacer cambios aún conservando las bases de los capítulos anteriores, y lo más chistoso, es que probablemente vuelvan a pasar años (aunque no tantos JAJAJ) hasta que salga otro capítulo, pero serán evidencias mismas de mi evolución en el bello mundo que es la escritura, así que, muchísimas gracias por haber leído y apoyado mi pequeña historia adolescente cliché con interrupciones constantes del autor innecesarias c:

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⏰ Última actualización: Feb 10 ⏰

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