Navidad

380 45 30
                                    


- ¡¡Ah!! - la sorpresa la hizo caer al suelo.

Frente a ella estaba una chica de baja estatura con un vestido esponjado blanco y el cabello azúl claro. Sostenía un cetro dorado y una pequeña coronita que hacía brillar la cima de su cabeza. Su sonrisa era deslumbrante y preciosa, y aunque era un ser celestial, su inexplicable presencia la hizo querer salir corriendo, pero sus piernas no reaccionaban.

- ¿Qu-qué?

- He oído tus plegarias - sonrió, agitando el cetro.

- ¡Ah! - volvió a gritar. Lo que sea que tenía frente a ella, no apartó su sonrisa pero le dió una mirada de desprecio que evidenció que estaba juzgandola aunque no quería hacerlo, o mejor dicho, no quería que se diera cuenta.

- Hoy es una noche mágica, el cometa rendezvous ha pasado tres veces. Solo se ve cada doce años.

- ¿Qué- qué eres? - preguntó atemorizada, abrazando lentamente tus piernas.

- Digamos que soy tu hada madrina por esta ocasión. Escuché tus súplicas y te concederé tres deseos.

- Por favor vete o llamaré a la policía.

Sonrió, pero frunció su carita haciendo un gesto curioso - Oye ¿vas a quererlo o no? del otro lado de la ciudad hay una niña deseando una estúpida muñeca para navidad, y yo he decidido venir contigo - movió su mano, indicandole que continuara con sus deseos.

- ¿Es verdad? ¿Eres real?

- Si no lo fuera ¿Con quién estás hablando? - puso sus manos sobre sus caderas - Tienes solo tres deseos, piensa con claridad.

- Espera, yo he leído sobre esto antes - cruzó los brazos, dejando a un lado el miedo - Pides algo y no sale como lo planeas.

- Ten cuidado con lo que deseas Jeon Heejin.

- ¿Cómo sabes mi nombre? - sonrió, cubriéndose la sonrisa, pero Heejin alcanzó a notar varios dientes de plata en su boca. Adorable.

- Deseas que tu novia cambie ¿No es así?

- Bueno... - rascó su nuca - Yo la amo y todo pero -

- Ay no mientas, llevo aquí una hora escuchando como lloras porque no te dice cosas bonitas - el hada recordó con fastidio - Puedo arreglarlo, solo pídelo y lo cumpliré.

- ¡Espera! ¿Qué pasa después de los tres deseos?

- Pues ya no tienes más - rodó los ojos - ¿No sabes matemáticas? Agh debí ir con esa niña - pronunció en voz baja.

- ¿Y si no me gustan?

- Ese no es mi problema. Yo solo soy la que cumple los deseos aquí, depende de ti como lo recibes.

- ¿Hay algo que no se pueda pedir?

- Por favor nada ilegal - mencionó cansada, no lo había pasado muy bien con deseos imposibles y totalmente arriesgados - Tampoco puedo traer a nadie a la vida de nuevo, y todas esas cosas imposibles.

- Pero -

- Ay ¡eres demasiado insegura! Yo en tu lugar no lo hubiera pensado demasiado.

- ¿Qué pedirías?

- ¿Yo? - Heejin asintió - Algo real. Estoy cansada de tanta magia - suspiró - Pero date prisa, mi trasero de hada está congelandose.

Una Hyunjin para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora