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JongDae

Entre deberes de la universidad y llamadas insistentes de KyungSoo se me está acabando la vida.

Cada vez tengo que lidiar con más de sus celos y dramas al teléfono, es tan insoportable.

Y para ser honesto creí que me divertiría más en la universidad, pensé que tal vez conocería un par de chicos lindos, me los cogería y seguiría mi vida como siempre pero todo es inútil.

Claro, hay gente atractiva y quizás bajo otras circunstancias lo haría sin dudarlo pero después de tener a MinSeok en la misma casa que yo es difícil bajar las expectativas.

No quiero revolcarme con cualquier chico si el que quiero para mí no es cualquiera.

Bueno, y su hermano no está nada mal.

Camino de vuelta a la gran casa que me da hospedaje, el hecho de que esté tan cerca de la escuela solo me facilita todo.

Ahí va otra vez.

Percibo el teléfono vibrar en mi bolsillo y no tengo que ser un adivino para saber de quién se trata pero los saco de todos modos.

Sí, KyungSoo.

Es una mierda.

A veces he pensado en terminar con él, tal vez debí hacerlo antes de irme de mi ciudad pero no pude.

Y no puedo hacerlo aún.

KyungSoo es hermoso y me gusta saber que está ahí para mí.

Me acerco a la casa y abro la reja pero me extraña el auto extra que está estacionado.

Nunca vienen visitas, ni siquiera cuando BaekHyun está aquí y según tengo entendido está en el trabajo.

Algo sucede.

Entro a la casa por fin y oigo un par de risas viniendo de la estancia, dejo mi mochila en el suelo e intento acercarme cuando BaekHyun me nota y se acerca con una gran sonrisa

--Hola Dae, es raro que te encuentre saliendo de la escuela --saluda amablemente sosteniendo un platón con varias frutas cortadas a la perfección.

--Hola Baek —respondo sonriendo --lo sé, casi no estás, ¿pasa algo?

--Oh no, es que mi amigo JongIn está de visita así que quise tomarme un par de horas más en casa pero parto en la noche, ¿podrías llevar estos a la sala? Llevaré limonada.

--Claro --accedo intentando crear la mejor sonrisa que me es posible.

Una de las risas que vienen de la sala me es desconocida pero la otra es la de él.

MinSeok.

Debe estar muy feliz con ese sujeto.

Camino firmemente hasta llegar a donde ellos, como lo sospechaba, mi chico está riendo feliz mientras sostiene un par de muñecos felizmente frente a un tipo alto de piel bronceada.

Éste corresponde las sonrisas y toma a Min de la cintura haciéndolo reír aún más.

Bastardo.

--Buenas tardes --saludo haciendo que ese sujeto suelte a Min y me mira.

--Hola --responde poniéndose de pie-- ¿Tú eres JongDae?

--Así es --respondo dejando el platón en la mesa de centro y extiendo mi mano-- un gusto.

--El gusto es mío, soy JongIn por cierto.

Estrecha mi mano y nos separamos rápidamente, mi mirada va a la de MinSeok que se levanta del sillón y me muestra sus muñecos.

--Qué bueno que llegaste Dae, mira, él es amigo de Baek --presenta enseñándome el segundo muñeco-- se llama JongIn, igual que el verdadero amigo de BaekHyun.

--Sabes que nombra a sus muñecos como personas que quiere --avisa BaekHyun trayendo una bandeja con vasos de limonada-- bueno, JongIn es su amigo también.

--Es tan tierno --celebra JongIn tomando al muñeco que lleva su nombre con una mano y con la otra sujeta a Min.

Es tan desagradable que lo tome con tanta confianza y que MinSeok lo permita, le sigue el juego mientras ríe a carcajadas.

¿Quién se cree para hacerme enojar de esta manera? ¿Quién se cree para dejar que lo toque alguien que no sea yo?

Mi bella marioneta me está haciendo enojar.

(...)

Hace un par de horas que BaekHyun y JongIn se fueron de aquí, me ofrecí a limpiar para que salieran lo antes posible.

A BaekHyun se lo paso pero ese idiota, vi como lo tocaba, noté cada mirada.

Desea a Min tanto como yo.

Termino de lavar el último plato, por fin, apago la luz de la cocina y subo las escaleras para ir a descansar.

Mañana no tengo escuela pero quiero despertar temprano.

Aunque la luz de la habitación de MinSeok sigue encendida.

Me acerco a su puerta y alcanzo a distinguir su figura, se pone en puntitas e intenta bajar un libro del estante.

Ya usa su pijama, una delicada y delgada tela cubre sus piernas y su perfecto trasero, creo que el mal humor se me pasa rápidamente sabiendo que solo yo puedo tener esta vista de su anatomía.

Abro la puerta logrando asustarlo un poco pero sonríe al momento en que me ve.

--Hola JongDae --saluda sonriendo-- ¿podrías bajarme un libro?

--¿Cuál quieres? --pregunto acercándome al mueble.

--El verde, por favor.

- - " Peter Pan"-- leo el título y volteo a verlo-- ¿quieres éste?

--Sí, por favor.

--Bueno, pero antes quiero hablar contigo --pido dejando el libro en su lugar-- cuando termine yo mismo lo leeré para ti.

--Está bien, ¿de qué se trata?

--Ven conmigo --pido caminando a la cama y me sigue hasta que nos sentamos-- escucha, Min, lo que sucedió hace rato no puede repetirse.

--¿Qué cosa?

--Tus juegos con JongIn --pido luego de un suspiro-- él puede hacerte daño, noté como te mira y honestamente me da un poco de miedo pensar que pueda lastimarte.

--¿JongIn? Jamás me haría daño, puedes estar tranquilo.

--Pues lo estaré más si no te acercas tanto a él --insisto llevando una mano a su pene-- ¿recuerdas lo bien que te hice sentir en el baño?

--S-sí.

--Es que eso solo lo hacen las personas especiales, tu eres especial para mí así que lo hago con gusto, pero no volveré a hacerlo si yo no soy especial para ti.

--Lo... Mhhh... Lo eres --dice en tartamudeos pues presiono con más fuerza.

--Demuéstramelo, pequeñito, promete que no volverás a dejar que JongIn ni que nadie te toque de esta manera.

--Jong-JongDae.

--Promételo --insisto creando más fricción, empieza a endurecerse con cada instante que continúo con mis movimientos.

--Está bien, lo prometo --accede por lo que dejo de tocarlo pero él toma mi mano entre las suyas y la coloca de nuevo ahí-- por favor, sigue.

--Iba a leerte tu cuento --aviso ladeando mi sonrisa.

--Puede esperar, solo, por favor, hazme sentir bien.

Asiento y empiezo a suavemente, es increíble como siempre cae pero para mí conveniencia está más que perfecto.

Tengo a este chico sirviéndome a voluntad y poco a poco lo haré acostumbrarse a que me pertenezca por completo.

The Puppet (ChenMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora